Morcillo, el cañón que dispara las ilusiones azules

La primera victoria del Amorebieta lejos de Lezama tiene nombre propio, Jon Morcillo. La confianza lo es todo en esto del fútbol y el atacante zornotzarra la sigue llenando a base de dosis de buen juego y determinación. Sin tiempo para más, los azules se encontraron con un libre directo susceptible de buscar portería. El propio Milla Alvéndiz, colegiado del encuentro, avisó que pasase lo que pasase aquella sería la última acción del partido en La Romareda. Entonces emergió la figura de Morcillo, que no dudó en coger el balón para probar fortuna con un disparo de aquella ‘folha seca’ que tan de moda puso Cristiano Ronaldo. También característica de Gareth Bale, a quien por pierna dominante se podría asemejar más. Su sensacional golpeo pilló desprevenido a Edgar Badía que no pudo hacer más que ver pasar el esférico mientras la grada zaragozana pitaba al unísono a los suyos.

“Vamos azules, nos lo merecíamos, seguimos en la lucha”, fue el grito de un Morci eufórico tras dar el triunfo a los suyos in extremis. Lo cierto es que el propio extremo zornotzarra se lo venía mereciendo en las últimas jornadas. Tras pasar desapercibido en una primera vuelta en la que entraba y salía de las alineaciones sin pena ni gloria, ha dado un paso al frente. Tal y como afirmó Jandro Castro tras el anterior partido ante el Albacete, “es de los mejores de la categoría en cuanto a las condiciones que tiene”. Aquella sobresaliente actuación en Lezama parece haber marcado un antes y un después en el papel de Morcillo en la SDA.

Frente al Real Zaragoza volvió a ser protagonista más allá del tanto definitivo. Ofreciéndose una y otra vez en el sector izquierdo y buscando siempre la forma más dañina de atacar. Sin duda, el azul más incisivo de las últimas semanas. Su gran virtud, el cañón que posee en su zurda. No duda lo más mínimo en armar el golpeo desde cualquier zona del campo. Los postes y las buenas intervenciones de los guardametas le venían privando de estrenarse con la elástica del Amorebieta hasta el bendito minuto 97 que seguro quedará grabado en la memoria de toda la afición zornotzarra.

Sinuoso camino el que ha tenido que recorrer Morcillo en el último año. Relegado a un segundo plano en el Athletic Club, el pasado verano encontró una salida con la que prosperar en su carrera profesional para seguir mejorando y creciendo como futbolista. Una cesión a su localidad natal, Amorebieta. Un lugar idóneo para crecer y volver a llamar a las puertas de la entidad rojiblanca como hizo Gorka Guruzeta hace dos campañas con indudable resultado. El actual delantero titular de los leones es un claro espejo donde mirarse de cara a triunfar en el club de sus amores.

En su trayectoria con el club de San Mamés, el zornotzarra cuenta con 47 partidos en Primera en los que ha firmado dos goles y ha repartido tres asistencias. Pero la mala suerte se cebó con él durante la última temporada, cuando vio frenada en seco su participación por una grave lesión en su clavícula que limitó su presencia en el campo a 10 partidos, todos desde el banquillo. Antes de recalar en Urritxe, ya se había estrenado en la categoría de plata, en las filas del Real Valladolid mediante una cesión en la que pasó desapercibido con tan solo dos titularidades. Ahora, empieza a encontrar su mejor versión como una de las referencias ofensivas del Amore en la lucha por conseguir una salvación heroica.