LAS PALMAS

Moleiro ya oposita a héroe

El joven canterano, líder de asistencias y segundo en regates intentados, ha implementado su rol dentro de Las Palmas, tanto en relevancia como en exigencia.

“Buen gusto” le decía Luis Enrique en una emisión en su Twitch durante el Mundial a Aitor Unzué —asistente del asturiano— cuando nombró a Alberto Moleiro como una de las perlas del fútbol español allá por el mes de diciembre. Y es que el futbolista amarillo no para de llamar la atención de propios y extraños, que poco a poco empiezan a ser menos extraños.

El canterano que irrumpió con fuerza la pasada campaña, está dejando de lado su rol de compañero del héroe —Viera— para labrarse su propia carrera como punta de lanza de Las Palmas. Desde las últimas jornadas previas a final de 2022, se ha destacado como el principal dolor de cabeza de los defensas rivales.

Un hecho con absoluta carga de mérito pues ha compartido escenario con el capitán y un Pejiño, que desde las lesiones no le faltan el respeto está en claro ascenso. Ante el Albacete, Moleiro, ya protagonizó una cabalgada para dejar precisamente solo a Pejiño y que este anotara.

En dicha jugada condensa la gran propuesta de valor del canterano para la U.D. Las Palmas. Arranques verticales que suponen para los grancanarios una de las herramientas más efectivas cuando le toca enfrentarse a bloques bajos rivales.

El pasado 4 de enero, el jugador comentaba “considero que tengo gol aunque no lleve ninguno. He tenido cinco palos, si hubiesen entrado estaríamos hablando de otra cosa, pero entrarán”. Quizá podría ser su gran asignatura pendiente, pero sería demasiado reduccionista para la importancia de la figura de Moleiro.

A veces puede ser tan importante el palo, como la amenaza del palo. Ante el Mirandés dio un recital de romper líneas y asistencias que no cuentan por un pelo pero que resuenan como si lo fueran. No en vano, Moleiro es el jugador de Segunda con más asistencias de gol y eso pesa. A lo que suma la cabezonaría del salmón quien siempre lo intenta y esa sensación de rompehielos amarillo que se refrenda con el segundo jugador con más regates intentados de la categoría.

Así pues, Moleiro no se ha acomodado como el compañero del héroe o un revulsivo para dinamitar partidos. En el último mes y medio de competición ha crecido hasta ser el sostén de la transición ataque-defensa cuando exige vértigo y la pila que energiza la mediapunta. Asumiendo ese rol cuando Jonathan Viera sufrió una lesión y ahora está acumulando minutos para recuperar la forma. Algo que pedía García Pimienta a sus pupilos para evitar que el capitán le tocara “cargar con toda la responsabilidad”.

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