Miramón, alma en el renacer

Es el fútbol moderno disciplina que se sobreanaliza desde la perspectiva de los datos. Variante siempre jugosa que no siempre muestra todas las caras de este deporte y sus protagonistas. Que se lo pregunten a Jorge Miramón. El lateral derecho del Leganés no ocupa ninguno de los puestos destacados en los guarismos pepineros. No le hace falta para ser líder de un conjunto que, a lomos de su fe, su personalidad y su compromiso, ha notado su retorno como bálsamo para la esperanza. Gasolina de la fe con la que los pepineros se han eyectado camino a Primera División.

No se intuía que su baja fuera tan relevante cuando, ante el Amorebieta, en Lezama, el once de marzo, tuvo que retirarse a los 20 minutos de partido por una rotura de fibras. Aquel partido su reemplazo en el verde, Juan Cruz, marcó el gol del triunfo y lideró más tarde la goleada ante el Mirandés (4-0) y el triunfo frente al Villarreal B (1-2). Borja Jiménez había encontrado una solución imprevista (Juan no es ni carrilero, ni diestro) que pronto los rivales aprendieron a neutralizar.

Añoranza de empuje

Fue ahí cuando los pepineros enlazaron una racha de cinco empates consecutivos. Miramón participó de los últimos. Ante el Tenerife apenas 20 minutos y 70 ya contra el Zaragoza. No fue casualidad que precisamente contra los maños, ya con Miramón de inicio, el Leganés empezara a recuperar alguna de las señas de identidad que se habían perdido en algunos de los empates anteriores. Porque ante Cartagena, Huesca, Espanyol o Tenerife al Leganés se le notó cierta falta de alma. Ese extra de apretar los dientes que siempre aporta un Miramón ejemplo contagioso de empuje y garra.

Los siguientes tres partidos Miramón los ha jugado al completo y en todos el Leganés ha vivido fases en las que el ‘21′ ha tirado del carro para contagiar esfuerzo e ímpetu a los suyos. Especialmente en la segunda parte de Albacete (Miramón rozó el 1-1) y ante un Sporting en el que participó del gol con el que Miguel de la Fuente abrió el marcador. Su fe le hizo estar en el momento adecuado cuando nadie esperaba que Yáñez fallara el balón que colgó Franquesa.

La continuidad

Sus arengas constantes, gestos al público, piques con los rivales y carreras infinitas pese a llegar justo de fuerzas al final de temporada (acumula 1.811 minutos, 12º jugador más usado de la plantilla) lo han convertido en faro del carácter con el que el Leganés anhela volver a la élite del fútbol español. Este aragonés de 34 años (hará 35 el 2 de junio) ya conoce el camino.

Miramón es el único futbolista de la plantilla blanquiazul que subió en 2016 a la élite. Pero aquél, hasta 2022 su único año en el Leganés, no le sirvió para quedarse. “No estaba preparado para jugar en Primera”, admitía a AS al poco de su retorno, ahora ya sí, con más 100 partidos en la élite en un refuerzo que, con el tiempo, se está revelando fundamental en el sueño blanquiazul. Termina contrato el 30 de junio y su sueño sería continuar en Butarque si se produce un ascenso que, en una parte importante, llevará el sello de su personalidad y carácter. Dentro del césped. Fuera también.

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