Miguel Rubio mete al Granada en playoff

El Granada, en un partido demasiado táctico y con pocas ocasiones, sumó una victoria en Los Cármenes ante un Zaragoza que mostró una imagen muy pobre. Sobre todo en la segunda parte y después del tanto de Miguel Rubio, tras el cual los aragoneses no fueron capaces de reaccionar. Los nazaríes vuelven a la zona de playoff y se aferran a su estadio para seguir en la zona noble de la clasificación: cinco victorias y un empate. Los aragoneses tienen más cerca el descenso que la parte alta de la tabla.

El partido comenzó soso, sin apenas ritmo. El Granada buscaba hacerse con la posesión del balón, mientras que el Zaragoza le metía físico al encuentro, sobre todo en la medular. Las ocasiones brillaban por su ausencia y las imprecisiones eran la tónica general. Quini metió el miedo en el cuerpo a Cristian Álvarez con un centro envenenado y Bermejo, el mejor de los visitantes durante los primeros 45 minutos, lo intentó con un lanzamiento lejano que se marchó desviado. Los aragoneses abusaban de los balones largos buscando la envergadura de Gueye, pero sin obtener demasiados resultados. Solo cuando Bermejo tenía la pelota parecía capaz el equipo de Carcedo de generar cierto peligro. Lo mismo sucedía en el bando contrario pero con Melendo y Uzuni. Si ambos conectan con el balón el Granada mejora, aunque el Zaragoza se empleó en tareas defensivas para tapar a ambos.

La primera ocasión de verdadero peligro llegó en el minuto 21 y, como no podía ser de otra manera, con Uzuni como protagonista. El máximo goleador de la categoría se encontró un balón en las inmediaciones del área y chutó, pero Cristian Alvárez demostró su calidad despejando el disparo del albanés. Fue un espejismo. Porque las oportunidades caían con cuentagotas, aunque con el Granada con mayor intención. Hasta que el choque pareció romperse en el tramo final de la primera mitad. Callejón la tuvo tras una gran jugada de Ricard Sánchez en banda derecha. El Zaragoza respondió con un gran lanzamiento de Bermejo que se encontró con el poste nazarí y las dos últimas fueron granadinas, con Puertas y Ricard intentando marcar el 1-0 y el meta visitante sacando las acometidas locales. Así terminó una primera parte con poco fútbol y mucha intensidad.

Tras el paso por vestuarios todo cambió para bien del Granada y mal del Zaragoza. Bermejo, imaginamos que con problemas físicos, se quedó en la caseta y los aragoneses perdieron a su faro en el campo. El Granada lo aprovechó para dar un paso adelante y al poco del inicio de la segunda mitad le llegó su premio. Córner que sacó desde la derecha, Quini buscó el lanzamiento y su tiro se convirtió en una asistencia para que Miguel Rubio marcase casi a placer. La zaga visitante hacía aguas y los nazaríes lo aprovechaban para ponerse por delante. La mala noticia fue la lesión de Quini, parece que muscular, la lanzar a puerta. El tanto cayó como un jarro de agua fría para un Zaragoza que no terminaba de reaccionar. Todo lo contrario. Y es que cuatro minutos después Lluis López, aliado con el poste, abortada un peligroso centro de Bodiger y seis más tarde el colegiado anulada un gol de Miguel Rubio por fuera de juego. Carcedo movió ficha otra vez dando entrada a Giuliano Simeone, lo que dejó más espacios a un Granada que comenzó a aprovechar la velocidad de sus jugadores de ataque. En una de esas contras, Callejón pudo dejar el partido visto para sentencia, pero Cristian Álvarez, el mejor en el global del partido para el Zaragoza, sacó una espectacular mano para evitar el 2-0. Los aragoneses estaban tocados, si bien no lograron el empate por escasos centímetros. Balón en largo a Giuliano, que encaró a Raúl Fernández y marcó el 1-1. Sin embargo, el tanto fue anulado por fuera de juego.

Carcedo, entonces, metió todo su arsenal en el campo buscando la igualada, pero el 2-0 parecía más cerca que el 1-1. De hecho, las mejores ocasiones seguían llegando del bando local. Uzuni, antes de ser sustituido, la tuvo tras una jugada individual y Jorge Molina, que entró en la medianía de la segunda parte, perdonó tras un pase lateral. Pese a que el choque tenía claro color rojiblanco, Karanka quiso blindar su defensa al dar entrada a Ignasi Miquel por un desaparecido Melendo en la segunda parte. Cambió el esquema, puso defensa de cinco y lo fío todo a la contra. Mientras, el Zaragoza lo intentaba con centros laterales, pero el Granada, bien organizado atrás, fue despejando las contadas acometidas visitantes. Así fueron pasando los minutos sin que pasase prácticamente nada. Solo lo corto del resultado le daba cierta emoción a un choque que terminó con la victoria nazarí pese a que Mollejo, que revitalizó el taque de su equipo en el tramo final, pudo hacer el 1-1 cuando el choque agonizaba. SIn embargo, Raúl Fernández sacó una gran mano ante su envenenado disparo.

Tres puntos más en Los Cármenes que se está mostrando inalcanzable como local. Cinco victorias y un empate son sus estadísticas y hoy, al menos, dormirá en puestos de playoff. Por su parte, el Zaragoza sigue en tierra de nadie, con el descenso más cerca que la zona noble de la tabla.