RACING | EL ALARGUE

Mejor no echar cuentas

El racinguismo, y el Racing, ha optado por quedarse con las sensaciones y no con los números que ofrece el equipo en las últimas jornadas

NACHO CUBERODiarioAS

Debe ser reconfortante para los jugadores y técnicos del Racing ver la placidez con la que vive su entorno el arranque de la competición pese a que los números son descorazonadores. Desconcertantes. Terribles. Son tan malos, incluso comparándoles con los de la última y desgraciada temporada en Segunda, la que comenzó con Iván Ania en el banquillo, que los aficionados y los directivos han decidido obviarlos. La única cifra que se repite es el siete, para reseñar la mala suerte que evidencia haber estrellado tantas veces el balón en la madera en solo ocho partidos. Indudable. Ahora bien, reconociendo que el Racing fue mejor que el Málaga, penoso incluso en sus intenciones, que tuvo media hora de mando absoluto en Eibar y otra contra Las Palmas, no parece razonable creer que la falta de puntos sea el resultado de una confabulación entre los árbitros, las lesiones, la mala suerte y la bruja Lola. Hasta ahora Romo opina que debe seguir haciendo lo mismo con, casi, los mismos, que ya llegarán los triunfos. Ojalá. De momento, como ya se ve que Martija no se calienta fácilmente y Alfredo Pérez no es futbolero y no corta cabezas salvo que se las pongan en bandeja (Chuti la de Ania, Amorrortu la de Rozada), no se puede quejar. Ni del Racing ni del racinguismo.

Otra Varbaridad

González Francés va a llegar a internacional. Me pareció tan malo, a mí que soy periodista y, por tanto, sospechoso de no tener ni idea, que me atrevo a augurarle un gran futuro en el mundo del arbitraje. Es más, reconozco que me no entiendo la mayoría de los arbitrajes, y que de un tiempo a esta parte creo que cada uno tiene un reglamento. Uno suyo. Si a Mateu Lahoz le ha ido de maravilla haciendo justicia a su bola, ¿porqué no van a hacer lo mismo todos? ¿Alguien sabe cuando es falta, o no, una carga, incluso un empujón, en la espalda?¿Alguien sabe la razón por la que es falta si la hace un delantero y "¡sigan, sigan!' si la hace uno de los defensores?¿Alguien tiene claro lo que es un ataque prometedor, más allá del 'porque yo lo valgo' del colegiado de turno? ¿Y lo fácilmente que expulsan a un técnico del banquillo por levantar los brazos mientras hacen como que no oyen todo tipo de improperios de los jugadores?¿Cuesta lo mismo sacar la primera amarilla que la segunda? ¿Esas diferencias vienen en el reglamento? Lo de no expulsar a Manolo Reina, que no se creían ni los del Málaga, por no hablar de los del Racing (vean en la foto a Matheus enseñando cacha al trencilla, no para quedar, sino para que viera la huella de los tacos del portero malagueño), es de traca. A este hombre candidato a la escarapela FIFA y a su colega de VAR, Areces Franco, no les parece ocasión manifiesta de gol un balón que superara al portero y quedara para que lo peleen a puerta vacía un defensa y un delantero que llegan en carrera. De las docenas de opiniones que he oído, algunas recabadas exprofeso, solo a cuatro no les parecía ocasión del gol. Los cuatro son árbitros. Un problema, porque el fútbol no es suyo. Y, me temo, es muy probable que a la mayoría de esos cuatro les hubiera parecido ocasión manifiesta si hubieran sacado la roja. Otro problema. Corporativismo. Dicho esto, seguro que la próxima vez que estos dos se crucen con el Racing lo mismo le benefician. Sin querer. No creo en conspiraciones.

Pombo e Íñigo Vicente, tras el partido frente al Málaga.NACHO CUBERODiarioAS

Jugadores con clase

Tres goles en ocho partidos, perdón por la obviedad, es un desastre. Un cifra al alcance de una delantera de chichinabo en cualquier competición. Sin embargo, mis ojos se empeñan en negar la mayor. En contradecir lo que los guarismo elevan a indiscutible. Yo veo, o creo ver, que el Racing tiene más talento del centro del campo hacia adelante que muchos equipos. Juergen, Pombo e Íñigo Vicente parecen estar siempre a punto de romper en jugadorazos, a media revolera de hacer sacar los pañuelos. Íñigo y Camus, a su estilo, más físico, no tienen nada que envidiar a sus pares en otros equipos y Sekou Gassama y Matheus, los nueves, dan el nivel. ¿Entonces? Falta aporte ofensivo de los laterales, crucial hoy en día, falta más precisión en el balón parado, que da (puede dar) mucho, falta tiro a media y larga distancia... Falta colmillo. Y, sí, vale, un punto de suerte.

Otra de isquiotibiales

No es nada raro que los futbolistas se rompan en los isquios, en la parte posterior del muslo, sobre todo en el bíceps femoral. Son las fibras que más se ponen a prueba al esprintar. Es más raro que coincidan en talleres con la misma lesión cuatro jugadores, Unai Medina, Dani Fernández, Mantilla y Sekou Gassama, pero puede pasar. Eso sí es mala suerte. No hay que buscar fantasmas en el estado de los campos o en la forma de entrenar. Pasa y pasará en este equipo y en todos los demás. Hace tres temporadas se rompieron, y eso sí era más improbable, tres hombros en un mes. Y no fue culpa de nadie. Como supongo que no fue culpa de José Ángel Gutiérrez, el recuperador de la casa que tan buenos servicios ha dado al Racing, que el año pasado se produjera alguna recaída, como las dos que hubo simultáneas la semana pasada, y sin embargo en el club le permitieron a Romo cargársele para traer otro del Cornellá, que seguro que lo hace lo mejor que puede. Como José Ángel.

Sekou Gassama se rompió al intentar convertir en gol un gran pase de Mantilla.Nacho Cubero

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