Los sueños de Marbella

En un reparto tan milimétrico como cada aspecto del trabajo estajanovista del cuerpo técnico del Espanyol, que sólo alguna lesión y la espantá de Martin Braithwaite han logrado alterar, todos los canteranos convocados por Luis García para la estadía de 12 días en Marbella han gozado de minutos. De oportunidades. Se han reivindicado. Y alguno, por su calidad y por la confección de la plantilla, puede haber llegado para quedarse.

Ya en el primero de los tres amistosos de la estadía, el que disputó el Espanyol el domingo 23 ante el Cádiz (0-1), se produjo el debut con el primer equipo de dos futbolistas. De Joan Puig (20 años), lateral zurdo, en el club desde 2022 procedente de la UE Costa Brava, y de Javi Hernández (19 años), mediocentro, que inicia su sexta temporada en la entidad, a la que llegó como cadete procedente de la Damm.

Precisamente estuvo el centrocampista a punto de estrenarse con una asistencia de gol que debería contabilizarle, pues recibió su pase Nany Dimata y anotó, pero el tanto fue anulado erróneamente. “Es un sueño estar con todos estos profesionales. Estoy muy feliz”, manifestaba este sábado Hernández, en unas declaraciones que seguramente secundarían los otros canteranos de esta estadía acabada. Igual que este deseo: “¿Quedarme? A ver cómo queda al final la plantilla, yo voy a luchar cada día por ello”.

Contra el Cádiz, también regresó a los terrenos de juego Gregorio Gracia ‘Gori’, 644 días después de su última aparición por la primera de las dos roturas del cruzado que ha encadenado el mediocampista. Y, tras una cesión en el Mirandés, también frente al equipo de Sergio González se reestrenó Jofre Carreras. Igualmente participaron Simo Keddari, tras su concurso en el Europeo Sub-19, Omar El Hilali, reciente campeón de la Copa de África Sub-23, y Nabil Touaizi.

Repitieron los siete canteranos, alternando titularidades y entradas en la segunda parte desde el banquillo, en el amistoso del miércoles contra Las Palmas (2-1), y de nuevo jugarían todos este sábado en la despedida de Marbella, ante el Al Wakrah (1-0) de Bartolomé Márquez. Y ahí se les añadió el octavo pasajero, alguien que todavía no se había estrenado con el primer equipo.

Se trata de Ángel Fortuño, quien por su demarcación específica de portero tenía alguna dificultad más para ir entrando y saliendo de las alineaciones y sustituciones, pero que aprovechó de maravilla su primera aparición, con dos paradones para contribuir decisivamente a la victoria perica. Fortuño (21 años) llegó al Espanyol en categoría de prebenjamines, por lo que lleva literalmente toda la vida en un club que quiere volver a apostar por la cantera, con Luis García en el banquillo y Fran Garagarza en la dirección deportiva.