Los Cármenes frena la racha triunfal del Levante

Granada y Levante se midieron en un choque con dos rachas enfrentadas y una de ellas tenía que llegar a su fin. Fue la del Levante, que sumaba cuatro victorias seguidas hasta que visitó Los Cármenes. Porque el templo nazarí se mantiene imbatido tras el empate de anoche y los rojiblancos siguen sin conocer la derrota en casa: cinco victorias y dos empates para ser el mejor local de la categoría junto a Burgos y Eibar. Eso sí, si alguien se mereció los tres puntos fue el Granada.

El encuentro comenzó con el equipo local especialmente enchufado, muy presionante, y un Levante un tanto más dormido. De hecho, el conjunto nazarí sacó dos córners en los primeros dos minutos. Tras el último, Ricard Sánchez lo intentó desde lejos pero su remate lo detuvo sin problemas Dani Cárdenas. Los de Karanka no dejaban pensar a los de Calleja. La presión alta les obligaba a sacar en largo y ahí el Granada recuperaba rápido para darle verticalidad al choque. Y cuando perdía la pelota la activación dificultaba a un equipo granota que no estaba cómodo sobre el césped. Campaña apenas aparecía, a De Frutos no le llegaba ninguna en condiciones y Bouldini era un islote arriba. El marroquí tuvo la más clara para el Levante, aunque se lío con un recorte y finalmente vio la amarilla por simular penalti. Mientras, el Granada lo intentaba con Puertas y Ricard Sánchez en derecha, su banda más incisiva, pero sin demasiado acierto. Faltaba el último pase.

Con el paso de los minutos y el cansancio, el Granada bajó un poco el pistón, lo que aprovechó el Levante para comparecer en el partido. Tampoco es que llegase al área de Raúl Fernández con claridad, pero logró quitarse la presión nazarí. Las fuerzas se igualaban, aunque seguía siendo el Granada el que se aproximaba más al área rival. Y si no podía ser en jugada, a balón parado. Así, Miguel Rubio cabeceó en dos ocasiones dos córners prácticamente seguidos. El primero se marchó desviado. El segundo, a la limón con Pubill, se encontró con la parte superior del larguero. No hubo más ocasiones. El Granada lanzó una vez entre los tres palos y en el minuto 2. El Levante, ni eso. Eso sí, las sensaciones en los rojiblancos eran mejores que en los granotas.

Tras el descanso Calleja introdujo cambios. Lógico. Bouldini ya tenía amarilla y rozó la expulsión en el tramo final de la primera mitad. Y Pubill, también con tarjeta, sufrió en su banda derecha. Entraron Soldado, que se reencontraba con Los Cármenes, y Son. Precisamente el lateral tuvo la más clara del Levante en una llegada que atrapó como pudo Raúl Fernández. El Levante daba muestras de su mejoría, liderado por un Bruge que mostró su mejor versión en los segundos 45 minutos, y el Granada no terminaba de engancharse al partido. Volvió a crear peligro nuevamente el conjunto nazarí con la conexión Ricard-Puertas, pero el almeriense cacebecó mansamente a las manos de Cárdenas. Karanka, entonces, movió ficha. Cambió sus tres mediapuntas y dio entrada a Perea, Jorge Molina y Bryan Zaragoza. Especial protagonismo tuvo el canterano en su banda derecha y de sus botas llegaron las mejores ocasiones andaluzas. Primero al demostrar calidad en un centro con el exterior que cabeceó fuera Jorge Molina. Después, ya en el tramo final, con la más clara del partido que despejó como pudo Cárdenas. Ahí pudo cambiar un partido que acabó con reparto de puntos, aunque si alguien mereció los tres fue un Granada que termina la jornada fuera del playoff pero con su templo imbatido. El Levante puso fin a su positiva racha, aunque seguirá entre los seis primeros.