Levante y Tenerife se quedan a medias

El Tenerife, pese a la mala racha histórica en Orriols, es un hueso duro de roer para el Levante en las últimas temporadas. Precisamente frente a los tinerfeños comenzó la primera crisis granota de la temporada, que se prolongó prácticamente hasta diciembre, y se frena la gran tendencia de los últimos partidos como local, cerrando el ciclo de victorias consecutivas en el Ciutat de València. Por ello, Calleja no quería oír nada sobre rachas o momentos de la temporada, pues sabe de la calidad de los de Garitano, que tuvieron la más clara con una soberbia intervención de Andrés Fernández para evitar el tanto de los visitantes tras un centro envenenado de Nacho.

El primer acercamiento llegó para los locales con un testarazo de Pablo Martínez a centro de Álex Muñoz, que se decolgaba por la izquirda sin cortarse, sabedor de que Oriol Rey siempre está pendiente de hacerle la cobertura. Mientras que el Tenerife trató de golpear por medio de Álvaro Jiménez, de calidad indiscutible y cabeza difusa, además con el punto de mira algo desviado. Su duelo con Álex Valle fue de lo más animado del primer acto.

El Levante, por su parte, moría en la orilla en las contras, con dos salidas en estampida que pudieron marcar el signo del partido. Primero con una conducción de Dani Gómez, que asistió a Boudlini para toparse con Soriano, y posteriormente con Pablo Martínez, que tardó de más en asistir a Dani Gómez para que la acción, la más clara antes del descanso, quedara en nada.

Al poco de reanudar el segundo tiempo, Alexandre Corredera puso el corazón a la afición granota con un disparo que golpeó en el larguero tras la salida de un córner. Sin embargo, la acción fue anulada por un empujón previo de Gallego sobre Álex Muñoz. Pero el Tenerife olió sangra tras el paso por vestuarios y poco después Roberto López sacó su zurda a pasear desde la frontal para impactar con la madera e iniciar el runrún en la grada.

Ante el arreón rival, Calleja no demoró los cambios: Lozano y Andrés García, de vuelta a los terrenos de juego desde finales de septiembre, para tratar de dar un giro al guion de los últimos minutos. Es decir, más fútbol en la medular y ritmo por banda, pese a que el canterano se situó en la izquierda y no en su hábitat natural, la derecha. La respuesta de Garitano fue Bodiger y Nacho. La lectura: más físico y experiencia. De hecho, nada más salir, Nacho puso en centro de perro viejo que obligó a estirarse a otro veterano como Andrés Fernández para evitar el gol con reflejos felinos tras una carambola con el impacto de otro que sabe latín, Enric Gallego.

Pese a ello, la acción que cambiaría el partido sería la expulsión de León por doble amarilla tras atropellar a Bouldini en la medular a falta de diez minutos, más el tiempo de añadido. Obligando a Bodiger a actuar como improvisado central. En este contexto se creció el Levante y tras un pase espectacular de Oriol Rey, Iván Romero se topó con el poste y Bouldini empujó el rechace en fuera de juego. También con un remate de Vezo que se marchó alto. La reacción granota llegó demasiado tarde.