Leganés, Villa de meritorios

El Villa de Leganés se ha convertido en una suerte de balneario de la resurrección. Sus dos últimas ediciones, exiliadas de la tradicional fecha veraniega para insertarse a inicios de octubre aprovechando la festividad de San Nicasio, patrón local, han servido para la irrupción de jugadores que, sobre el papel, tenían un rol secundario pero que, a partir de entonces, cambiaron su importancia dentro del equipo. En 2024 fueron Dani Raba o Diego García los encargados de semejante volantazo. En la actual edición que se disputó ayer (empate a tres contra el Levante) varios nombres son candidatos a opositar al cambio. Pocos como Alex Millán y Roberto López.

Ambos fueron las dos caras de la misma moneda pepinera. El primero, la faz más visible. Culpa de un doblete que lo ubicó como delantero con opciones de opositar a la titularidad viendo que la asignatura del gol es asunto complejo en este Leganés de puntería desviada. “Sigo creyendo que la mejora de este equipo está en el gol”, insistió Paco López tras empatar a cero frente al Mirandés en la última jornada de Liga. Sucede que mientras que atrás el Lega maneja buenos guarismos defensivos, arriba le cuesta mucho ver puerta pese a su talante ofensivo. Los pepineros sólo han logrado ocho goles (uno de penalti) con una expectativa de gol de 9,75, esto es, han marcado dos menos de los previstos. La eficacia es baja.

Encaje en el once

En ese desierto de puntería, lo corroborado por Alex Millán ante el Levante fue un ejercicio de oportunismo que puede ser elemento para reclamar su titularidad, aunque es complicado por la configuración de un equipo que, ahora, con defensa de cinco, juega con tres fijos en ataque: Juan Cruz, Duk y bien Miguel de la Fuente, bien Diego García. Los otros dos puestos son para dos centrocampistas. Meter a Millán implicaría, bien quitar a uno de estos tres atacantes, o bien la reducir la medular a sólo un medio (algo complicado) o bien reducir los miembros de la defensa. Es complicado.

Tampoco lo tiene fácil un Roberto López que, al menos, al contrario que Alex Millán, sí que puede acompañar a la medular. El aragonés (como Millán) fue la cara oculta de la moneda en el empate contra el Levante. Su presencia fue algo más invisible, pero igualmente valiosa.

Suyo fue el zurdazo que acabó en el larguero para que Millán metiera el rechace del 1-0 y el córner con el que Figueredo puso el 2-0 (primer tanto del uruguayo con el Leganés, por cierto). Pese a este buen hacer en ataque, pese a que ya demostró que tiene llegada y peligro en Granada (gol y buen partido), el ‘14’ sigue sin terminar de entrar en los planes de un Paco López que, de nuevo, tiene con él una diatriba: a quién quitar para darle paso.

Entre tanto, otros nombres también ejercieron como dignos meritorios de este Villa de Leganés. Andrés Campos, el mismo Figueredo, Franquesa (que ya va cogiendo ritmo de competición), Miguel San Román (paró dos penaltis) o los centrales canteranos Beltrán y Gueye ejercieron como jugadores que acapararon focos en este partido. Ahora está por ver que les sirva para tener minutos en Liga.

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