“Las urgencias provocaron que no se apostara por la cantera”
Luis Blanco, que asume con “normalidad” no seguir en el filial del Espanyol, asegura que en el fútbol base hay “materia prima”, pero que “necesitan oportunidades”
Luis Blanco (Barcelona, 1978) se ha desligado del Espanyol después de siete campañas en las que ha formado a multitud de jugadores que han llegado al fútbol profesional. Incluso consiguió que su cuadro cuelgue ya para siempre en la Galería de Entrenadores del primer equipo. Ocurrió en las dos últimas jornadas de la temporada 2021-22. Dos empates. Invicto. Un premio para un técnico de club que habla de las inclemencias de una temporada inestable, de su relación con Diego Martínez, Domingo Catoira y Luis García y de esa crisis “emocional” que padecen algunos canteranos después de no apostar por ello. Hay materia prima. Pero hay que darle oportunidades.
-¿Se esperaba que el club le comunicara que no iba a seguir el próximo curso?
-Era una decisión que podía esperar. Llevo un recorrido en el filial y además por cómo aconteció esta temporada, que fue irregular por muchas cosas como la situación del club, existía esta posibilidad. Le llevo con normalidad.
-Habla de una temporada irregular. Al comienzo de curso apenas tenía jugadores, luego al final llegaron los refuerzos que estaban en el primer equipo... ¿Es difícil ascender así?
-Nos tuvimos que adaptar a muchas situaciones. En la primera vuelta contábamos con muy pocos efectivos, con la participación de muchos juveniles, pero el equipo supo adaptarse bien y compitió por encima de las expectativas. Pero ir tan al límite al final acaba afectando. La incorporación de nuevos jugadores en dinámica de primer equipo necesita un tiempo de adaptación. El equipo ha sufrido situaciones difíciles, pero siempre estuvimos en puestos de playoff. No llegamos bien a final de temporada. Tengo la sensación de que fuimos al límite, y hubo muchos jugadores que no llegaron bien a nivel emocional en el tramo final.
-Este curso los canteranos han jugado menos minutos que en el resto de temporadas en el RCDE Stadium (14 años). ¿Vio a los canteranos más desanimados?
-El dato es claro. El ver que cada vez hay menos participación por parte de gente de la casa les afecta a nivel emocional. Las urgencias de las últimas temporadas han provocado que no se acabe de apostar por los chicos de la casa. Tengo la sensación de que hay que generar de nuevo esa pertenencia al club y apostar por ellos. Pero entiendo que hay que encontrar los momentos.
-Simo, Roger Martínez, Koleosho... ¿Esán preparados ya para jugar en Segunda?
-Están preparados. Son chicos jóvenes. Los inicios son difíciles, se lo tienen que ganar, pero también hay que apostar por ellos. Tienen capacidad para estar en el primer equipo. Luego deben ser regulares y estables. Nadie regala nada, deben ser conscientes de que no todo vendrá de cara. Es importante que tengan esa estabilidad emocional. Esta temporada tienen que ser consciente de que será así.
-Desde la campaña 2018-19 han pasado ocho técnicos por el primer equipo, cada uno de ellos con su modelo de juego. ¿Eso también perjudica a los canteranos y a los técnicos de las etapas más competitivas?
-Más allá de sistemas, todo va relacionado con una idea. Qué queremos transmitir y ser, por lo que todos los cambios de técnicos con perfiles distintos no ayuda el recorrido del fútbol base. Hay que tener una idea clara. Dentro del fútbol base se trabajaba con una idea, mejor o peor, pero no se sabe si se debe empezar desde abajo o desde arriba. Creo que debe ser desde abajo, que el entrenador del primer equipo no marque la idea. Debería ser de abajo arriba y generar una estabilidad.
-¿Qué relación tuvo usted con Diego Martínez y después con Luis García?
-Con Diego Martínez todo fue de una forma diferente, hubo muy poca relación, nos sentíamos lejos a nivel de información. Con Luis todo se ha abierto más, la relación era distinta. Es un técnico que conoce bien el club y dominaba lo que pasaba.
-¿Y qué peso tenía Catoira en el filial y qué seguimiento le hacía?
-Domingo estaba principalmente en el primer equipo, pero semanalmente teníamos reuniones y él participaba. La información le podía llegar de un lado y del otro. He notado que la dirección deportiva estaba con el filial, que se quería mejorar y como mínimo podíamos hablar. No noté lejanía, todo fue normal.
-¿Qué se lleva usted del Espanyol?
-Me llevo muchas cosas positivas. Me ha permitido progresar como entrenador y como persona, al estar rodeado de mucha gente que vive mucho lo que es el club. Te impregnas. Recibí el cariño de mucha gente. El hecho de escalar dentro de la estructura, incluso llegar a debutar con el primer equipo, fue muy bonito, un sueño, fue espectacular. Llegué desde abajo y esto habla bien de mi progresión y de la entidad. Hace cuatro o cinco años estaba en el juvenil B y conseguí llegar al primer equipo.
-¿Hay matería prima para seguir contando con la cantera o ha notado un bajón?
-Veo recursos en la cantera; hay jugadores con nivel, seguimos manteniendo de alguna manera jugadores que seguramente van a estar en el fútbol profesional. No nos tendríamos que preocupar. En las últimas campañas no se ha notado debido a la inestabilidad, no fue fácil poder competir con garantías. Pero creo que tenemos perfiles, jugadores, y creo en los entrenadores que trabajan porque los he visto. Hay materia prima, solo falta que florezca y que se le den oportunidades. Hace falta estabilidad.
-¿Y qué desea usted ahora como siguiente reto?
-Estoy esperando a algún proyecto que me ilusione, en el que crea... Y en eso estoy. Quiero seguir mi etapa como entrenador, estoy tranquilo en el sentido de que si no sale lo que quiero,nos tomaremos un descanso. Lo aprovecharé para seguir formándome. Busco algo que me ilusione de verdad. No es fácil. Me da igual la categoría y el dónde, porque quiero un proyecto de futuro, donde me sienta bien y donde pueda crecer. Puede ser en el extranjero o aquí.