LAS PALMAS

Las Palmas, sin Viera

El capitán se perderá el trascendental encuentro ante el Levante. Será el décimo encuentro de la temporada que no juegue. Su ausencia reduce la posesión amarilla.

Carlos Diaz-Recio

Este próximo fin de semana serán diez los partidos que se habrá perdido Jonathan Viera en lo que va de temporada. La tarjeta amarilla que vio al final del encuentro ante el Granada se suma a las cuatro anteriores y obliga al capitán a parar. Las Palmas intentó salvar la sanción, sin embargo sus reclamaciones fueron rechazadas por el Comité de Competición.

Llevaba Jonathan Viera desde el partido ante el Leganés amenazado —18 de febrero— y al final cayó su ausencia ante el Levante. Seguramente el peor de los partidos y el peor de los momentos, sin embargo, no es menos cierto que de haber caído esta baja una semana antes o después hubiera sido igualmente mortificante para los planes de García Pimienta.

Nueve han sido los partidos en los que el 21 estuvo de baja y cuatro los que comenzó en el banquillo, siempre por precaución física nunca por cuestiones tácticas. Por tanto, García Pimienta ha podido contar con la plenitud de su capitán en veintitrés encuentros de las treinta y seis jornadas disputadas hasta ahora. prácticamente dos de cada tres.

Haciendo una comparativa en los partidos en los que Viera no ha podido participar frente a los que ha estado presente, llama la atención que con el líder amarillo en el campo Las Palmas ha promediado 1,6 puntos y sin él, 2 puntos. Sin embargo, esto se explica en parte en el contexto de una racha de cinco encuentros en la que la puntuación grancanaria ha sumado un punto por partido, cuando venía de conseguir de media 1,9 cada encuentro.

Este impacto de la racha en la que anda metida Las Palmas aplica de sobremanera en los goles recibidos. Sin Viera 0,3 por partido y con él 0,9. Aunque valdría, recordar que el promedio con el capitán en el campo hasta el encuentro frente al Málaga era de 0,52 encajados. Los goles a favor apenas tienen diferencias significativas. 1,3 frente a 1,1.

Donde se puede apreciar un cambio en la forma de jugar, especialmente en la posesión. Cuando se ausenta el capitán este parámetro cae diez puntos. Del 70% se pasa a un 60%. Esta caída viene condicionada por una reducción de la precisión en los pases en el campo rival, de 78% se pasa al 74%.

Esto repercute en pequeñas caídas en los centros en jugada, de 12 a 10 y en los tiros, de 15 cae a 13,1. Recordemos que los amarillos promedian un gol cada 12 tiros. El sexto de Segunda que más necesita y el que más de los seis primeros. Paradójicamente, la ausencia de Viera repercute en acciones rivales ofensivas. Los tiros concedidos pasan de 7,7 a 8,4 y los centros de los rivales suben de 8,1 a 10,8.

Así pues los de García Pimienta jugarán ante el Levante si su máxima estrella, algo que matizará el estilo de los amarillos y en el que probablemente pierda cierta posesión rival. En la primera vuelta el capitán se perdió los partidos frente Albacete y Alavés, en ninguno ganó. Frente a Granada, Levante y Eibar, en los que sí estuvo, sumó dos empates y una victoria. El reto es claro: doblarle el brazo a uno de los gallitos sin su capitán cuando pende de un hilo la autodependencia para subir directamente.

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