Los dos fichajes frustrados de Mario Bermejo por “su” Racing

Antes de convertirse en leyenda del Real Madrid, Santillana llegó a ser pichichi de Segunda División con el Racing en la 1970/1971. Ahora el camargués Jeremy Arévalo (aunque internacional absoluto con Ecuador), con 7 goles, está en la carrera por repetirlo. Aunque suene a frivolidad, Cantabria ha dado grandes estrellas del fútbol (Gento, Munitis, Juan Carlos Pérez...), pero el racinguismo siempre echó de menos que el clásico 9 goleador fuera de la casa. Iván Bolado marcó el histórico gol de la clasificación para la UEFA, pero superó con poco los 50 partidos; Juanjo Expósito apenas anotó 8 goles y otros, como Mario Soberón o Mateo Joseph, los están marcando lejos del Racing.

Aunque hablando de goleadores, está el caso de un cántabro (y santanderino, para más inri) que llegó a ser el máximo goleador de Segunda y marcó goles en Primera, pero nunca pudo hacerlo con la camiseta del Racing: Mario Bermejo (Santander, 1978). El delantero del Barrio Pesquero llegó a debutar con 16 años en la élite, en un Racing 1-1 Sevilla a las órdenes de Vicente Miera. El Athletic, aprovechando que su padre era de Indautxu, lo fichó a la temporada siguiente (pagando traspaso) en vistas de que la apuesta del club cántabro era firmar jugadores de fuera y no apostar por la cantera.

A raíz de ahí comenzó un periplo que lo llevó a varios equipos como la Cultural Leonesa, Eibar, Gimnástica, Hospitalet, Recreativo de Huelva, Albacete, Almería, Racing de Ferrol, Poli Ejido, Xerez y Celta de Vigo. Precisamente, con motivo del Racing-Eibar, dos de sus exequipos, Bermejo se pasó por los micrófonos de ‘SER Deportivos Cantabria’ para hablar del partido y repasar su carrera. Tras su retirada, trabaja desde hace más de una década en la secretaría técnica del Celta y dentro de su trabajo está ver muchos partidos de LaLiga Hypermotion.

Sobre su paso por el Eibar, el que fuera histórico delantero recuerda que tras jugar media temporada en el Bilbao Athletic en 2ªB marcando 11 goles, los armeros ganaron al Logroñés en la puja por su cesión. “Fue una experiencia muy buena porque me encantaba el espíritu del Eibar y la raíz que tiene con chicos de cantera, había mucha gente que incluso trabajaba porque no eran profesiones exclusivamente del fútbol y fue un medio año de aprendizaje muy bueno. Blas Ziarreta era de la zona y sabía mucho, pero era un entrenador muy específico, un poco más antiguo en cuanto a metodología pero jugué bastantes partidos, aunque el rendimiento a nivel de goles no fue muy alto, pero no era lo que a mí me importaba más. Mi paso por Eibar lo recuerdo con mucho cariño porque además conseguimos el objetivo de la permanencia con bastante solvencia”, explicó.

Pero tras salir de su Santander natal con 17 años, nunca más volvió para vestir la camiseta del Racing, y eso que fue pichichi de Segunda División con 25 años en el Racing de Ferrol. En ese momento hubo opciones de regresar, pero las puertas “se cerraron de par en par” porque el presidente era Manuel Huerta, que era el mismo que estaba cuando salió del club. Esa no sería la única ocasión para volver. Con 31 años, en su plenitud futbolística y tras haber marcado 12 goles con el Xerez en Primera, también. “Me comentaron la posibilidad, aunque no llegó a haber ni siquiera una oferta en firme, pero sí acercamientos y yo hubiera ido encantado porque siempre digo que el Racing es mi equipo, independientemente de que ahora mi club sea el Celta lógicamente, pero siempre esto pendiente, tengo amigos trabajando allí y siempre me alegro por ellos. El sentimiento que tengo hacia el Racing es muy profundo y ojalá suba a Primera en breve”, concluyó.

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