Las cuentas del playoff, en japonés

Luis Aragonés manejaba el diccionario castizo – español / español – castizo como pocos. Y cuando algo se ponía difícil, al Sabio de Horteleza le salía una expresión casi como respirar. “Se ha puesto en japonés”, repetía con sorna. Quizá porque su amigo el famoso sexador de pollos nipón le había intentado enseñar el idioma, el técnico sabía que aquello era casi imposible. Así, en japonés, se le ha puesto al Leganés su clasificación para el playoff de ascenso a Primera División. Una misión factible en la matemática, pero harto difícil en lo futbolístico que mantiene la esperanza precisamente aferrada a los números. Aunque la fe que emana de la aritmética empieza también a agotarse.

Las cuentas son relativamente sencillas. También relativamente oscuras para los pepineros. Tomando como referencia la última década, la media de puntos necesarios para acceder al menos al sexto puesto ronda los 64,4 puntos. El valor más alto de un sexto clasificado en estos diez años ha sido 68 puntos (Girona el curso pasado, el Deportivo en 2019). El más bajo, 61 puntos (Elche en 2020, Zaragoza en 2015 y Córdoba en 2014).

Suma el Leganés a estas alturas de campeonato 40 puntos con 13 jornadas por disputarse. Es decir, aún faltan 39 puntos por repartirse. Tomando como referencias las cuentas anteriores, el Leganés necesitaría sumar entre 21 puntos (siete victorias) y 25 puntos (8 victorias y un empate) para alcanzar los registros de cursos anteriores… y eso siempre y cuando el listón no suba del tope de los 69 puntos. Es decir, que los pepineros tendrían que sumar entre el 54 y el 64% de los puntos en juego para poder ‘garantizarse’ su presencia entre los seis mejores. Difícil. Muy difícil.

Calendario complejo

Sucede, además, que el calendario del Leganés tiene todavía algunos puertos de categoría especial que escapar de aquí a que termine el curso. En la parte alta tendrá que medirse al Cartagena (Butarque), Alavés (Mendizorroza), Huesca (Butarque), Burgos (El Plantío) y Granada (Los Cármenes). En la parte de abajo, deberá jugar ante Ibiza (Butarque), Zaragoza (Romareda), Oviedo (Butarque), Málaga (La Rosaleda), Ponferradina (El Toralín), Villarreal B (Butarque), Tenerife (Heliodoro) y el Andorra (Butarque).

Son seis duelos en casa y siete fuera, panorama que tampoco ayuda porque allende Butarque el Leganés está sufriendo. Sólo ha vencido dos partidos esta temporada como visitante y no asalta la casa de un contrario desde principios de noviembre. Al menos en su hogar el Leganés ejerce de tirano intratable. La esperanza pepinera pasa por su hogar, donde, de amarrar todos los partidos, sólo necesitaría un puñado de buenas actuaciones fuera para soñar a lo grande.

La esperanza es Butarque

Precisamente esa buena imagen en Butarque es el punto de apoyo en el que Idiakez y el grupo esperan hacer palanca para levantar al equipo rumbo a los puestos de privilegio. “Este punto será bueno si ganamos el próximo partido al Ibiza”, analizó Idiakez después del 0-0 en Miranda de Ebro, resultado que no ha movido de siete puntos la distancia con la zona de playoff que ahora mismo ocupa el Albacete.

El vestuario insiste en el discurso de su técnico para tratar de vivir lo más cerca posible de esa zona alta en los últimos ocho-siete partidos para, llegado ese momento, mantener vivas las esperanzas. Frontera de cinco jornadas que el Leganés afronta sabedor de que tropezar es casi decir adiós a un playoff complejo. Casi, casi en japonés.