Las 5 claves del rival del Pucela: Burgos
El conjunto blanquinegro no ha perdido en casa como local y tiene elementos suficientes como para hacer daño al Real Valladolid... y para recibirlo.
Burgos y Real Valladolid se enfrentan este sábado en un derbi castellano de rachas contrapuestas a orillas del Arlanzón, al que los locales llegan lamentando que el parón frenase sus siete jornadas consecutivas sin perder y los visitantes dando gracias por el descanso que interrumpió las cuatro derrotas en solo un mes. Llegan los de Pezzolano más descansados que los de Bolo, que por Reyes jugaron en Copa del Rey, también en casa, ante el Mallorca.
El fortín de El Plantío
La mayor fortaleza del conjunto burgalés radica en su solidez cuando ejerce como local, ya que en Liga no conoce la derrota en El Plantío y solo ante el Mallorca su fortín fue doblegado. Bien es verdad que su capacidad para puntuar como local ha sido igualada o mejorada por varios equipos, pero no por ello ha de hacerse de menos esta circunstancia, ya que, para más inri, el Pucela es solo el octavo mejor foráneo. De los seis primeros a la conclusión de la primera mitad del campeonato solo el Leganés visitó al Burgos y perdió por un gol recibido en el primer minuto.
Plantilla corta
El conjunto de Paulo Pezzolano guarda algunas similitudes con el de Jon Pérez Bolo, el más claro, la escasez de efectivos, acuciada por las lesiones de Raúl Navarro y Dani Ojeda y la sanción de Grego Sierra, que dejarán al vasco sin demasiadas opciones. Tendrá a disposición a buena parte de su once tipo, pero esas tres ausencias dejan el plantel en apenas una quincena de jugadores, aproximadamente, siempre y cuando lleguen a tiempo los tocados que Bolo dijo tener, cifra semejante a la que tendrá a su disposición el uruguayo, en función de si está Raúl Moro o no.
Dudas en defensa
Aunque los blanquinegros vienen de estar cuatro partidos consecutivos sin recibir gol hace relativamente poco, tal y como se vio en el partido de ida, esta temporada han perdido parte de la solidez defensiva que esgrimieron el año pasado. Esta poca consistencia les ha hecho encajar seis goles en los dos últimos encuentros, tres ante el Espanyol y tres ante el Mallorca, varios de ellos, evitables, fruto de errores en salida de balón, de despejes, de errores en la marca... Opinan algunos entrenadores que cuando se produce un gol siempre hay una situación achacable como error, pero lo cierto es que los de los burgaleses pueden considerarse así a veces, y si no, que se pregunten qué pasó en la reciente eliminación en Copa del Rey.
Hábiles a balón parado
Si hay un partido en el que las acciones a pelota parada pueden ser decisivas, sin duda es este. En Segunda División, alrededor de un tercio de los goles que se marcan provienen de jugadas de este tipo, de las que Real Valladolid y Burgos aprovechan como casi nadie en la categoría. Contando los penaltis, el cuadro local lleva 15 tantos, quien más en Segunda, y sin ellos, diez, compartiendo coliderato con su rival de este sábado. Los siete goles del Pucela en saques de esquina solo encuentran parangón en los seis de los burgaleses y los dos han marcado, incluso, en saques de banda.
La importancia de Curro Sánchez
Las cinco penas máximas anotadas por el Burgos llevan la firma de Curro Sánchez, autor de nueve de sus 29 goles y asistente en otros tres. El talentoso jugador andaluz va camino de igualar, si no mejorar, sus doce dianas en las filas del Numancia, si bien, con el paso de las jornadas, redujo su capacidad anotadora. Los ocho primeros goles los hizo en las diez primeras fechas, mientras que el noveno llegó en el choque ante el Espanyol, que cerró la primera vuelta. Entretanto, sin embargo, forjó una sociedad muy interesante con Fer Niño, uno de los mejores delanteros de la categoría.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.