La redención total de Poussin

El fútbol casi siempre da una nueva oportunidad y un claro ejemplo de ello es Gaëtan Poussin, que poco a poco se ha ido liberando de sus pecados de la pasada temporada, hasta alcanzar la redención total en El Plantío. El guardameta francés detuvo dos penaltis a Curro Sánchez justo antes del descanso. En el primero voló hacia su derecha, aunque con ambos pies por delante de la línea de gol, por lo que el colegiado mandó repetir la pena máxima. Y en ese segundo lanzamiento también adivinó las intenciones del delantero del Burgos, en este caso lanzándose hacia su izquierda.

Una doble parada que a la postre no sirvió para puntuar, pero sí para terminar de espantar las dudas que provocaron sus errores de la pasada temporada, especialmente el de El Molinón, cuando puso el balón en el suelo sin darse cuenta de que Insua se encontraba a su espalda. El Zaragoza ya estaba celebrando la victoria y ese despiste supuso el empate del Sporting. Poussin ya sólo volvió a disputar 19 minutos frente al Eibar tras recaer Cristian Álvarez de su lesión en la siguiente jornada y a partir de ahí jugó Rebollo hasta la llegada de Édgar Badía en enero.

De esta forma, el guardameta francés comenzó el verano en la lista de transferibles y su futuro parecía estar claramente lejos de La Romareda, pero su buen trabajo en los entrenamientos y sus buenas actuaciones durante los amistosos de pretemporada fueron convenciendo poco a poco a Víctor Fernández, que finalmente apostó por la continuidad de Poussin, que inició el curso en el banquillo como suplente de Joan Femenías.

Pero el destino aún le tenía reservada una nueva sorpresa y la lesión de su compañero en el Nuevo Mirandilla le dio una nueva oportunidad que no está desaprovechando, habiendo encajado únicamente dos tantos, en los que nada ha podido hacer, en los 394 minutos disputados. Ya en aquel encuentro evitó que el Cádiz recortara distancias en un buen disparo abajo de Iza y en los siguiente encuentros, ya como titular, ha ido confirmando esas buenas sensaciones, devolviéndole la confianza a Víctor Fernández.

Esta transformación de villano a héroe vivió en Burgos un nuevo capítulo con esos dos penaltis parados que se suman a sus buenas actuaciones, propias de un portero que aporta seguridad y suma puntos. “Estoy contento, pero no puedo estar sólo contento cuando el equipo no lo está tras perder en el último minuto. Así es el fútbol y debemos seguir adelante porque ahora tenemos otro partido en casa y hay que ganar”, señaló en la zona mixta de El Plantío un Poussin que en menos de un año le ha dado totalmente la vuelta a su situación.

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