La redención de Dani Gómez

El Levante se llevó un trabajado triunfo frente al Racing de Ferrol en el Ciutat de València para cerrar la undécima jornada en el segundo escalón de la clasificación, empatado a puntos con Leganés y Tenerife, precisamente próximo rival granota. Por el camino cayeron lesionados Fabrício y Álex Muñoz, que deja a Calleja sin laterales izquierdos, pero, en positivo, Dani Gómez se reencontró con el gol 547 días después para poner su firma a la victoria en Orriols.

Calleja no se guardó nada de inicio; Fabrício y Bouldini, los dos grandes goleadores del equipo, por primera vez juntos en el once. La apuesta duró un cuarto de hora, pues el brasileño se resintió de sus problemas musculares en el recto femoral izquierdo que arrastraba tras su exhibición en el Carlos Belmonte y en su lugar entró un Dani Gómez todavía falto de confianza, como se apreció en el mano a mano en el que se vio envuelto nada más saltar al campo. Parralo, por su parte, tiró de dos exgranotas como Manzanara y Bernal para proteger la medular, liberando a Señé como enganche, buscando siempre la referencia de Álvaro Giménez.

Mientras el intercambio de golpes se sucedía, sin dominador claro, en un encuentro falto de ritmo y sin chispa, muy de lunes, el fantasma de las lesiones se le volvía a aparecer al Levante: Álex Muñoz, parche en el lateral izquierdo por la lesión de Álex Valle, se echaba también al suelo. Sin recursos más allá del canterano Marcos Navarro, Calleja cambió a Capa de banda y mandó a Dela, central de oficio, a ejercer de lateral por la derecha. Pese al croquis en defensa y sin fútbol, con Lozano desaparecido en combate, Bouldini la tuvo solo ante el portero, pero se topó con un valiente Cantero, que también detuvo el manso rechace de Gómez para cerrar el primer acto con empate en el marcador.

Tras el paso por vestuarios, con doble cambio mediante, llegó la redención de Dani Gómez. El delantero de Alcorcón, que venía de asistir en el tanto de Bouldini en fuera de juego, se hizo con un rechace con forma de pase de Vezo para encarar a Jon García y fusilar, esta vez sí, a Cantero. En la celebración, el madrileño se echó la mano al oído por los silbidos recibidos, un gesto que castigó parte de la grada cada vez que entraba en contacto con el balón pese a hacer el tanto de la victoria. La afición, dividida durante su sustitución, se lanzó en mayoría a apoyar a su delantero, que no veía portería desde abril de 2022. Lo cierto es que su gol, con el Racing de Ferrol intentándolo hasta el final por todos los medios, fue oro puro para el equipo.

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