La reacción se llama Dani Jiménez

El Leganés amargó a Santo Domingo su retorno a Segunda con un triunfo bipolar atornillado tras el descanso, pero zarandeado durante una primera parte en la que Dani Jiménez fue héroe visitante allá donde antes ejercía de héroe local. El ex guardameta del Alcorcón tumbó dos claras ocasiones de Mosquera y Jacobo para sellar su meta y dar argumentos de fe a los pepineros. Tras la reanudación, mutó el Lega su pizarra y actitud. Suficiente para arrasar a un rival débil de espíritu. Undabarrena tras jugadón de Franquesa y Dani Raba en acción individual fueron los autores de los goles del triunfo. El Lega se estrena este curso y en la era Borja Jiménez. El Alcor aún no ha sumado.

Latía la previa a fiesta en Santo Domingo. De la buena. De la de toda la vida. Partido con aromas a bocata de panceta y compadreo vecinal. Lo de siempre al sur de la capital. Volvía Alcorcón al mapa del fútbol profesional y la gesta bien valía un torrente de buen rollo. Unas señas de identidad que en el verde fueron más identitarios en los locales que en los visitantes. Al menos en el arranque. Pintó el Alcorcón los inicios de tintes eléctricos. Desborde por los costados que ejecutó como pocos Addai, un velocista encarador con voluntad polivalente (le da igual izquierda que derecha) pesadilla de Nyom.

El camerunés fue novedad de un once pepinero con su entrada como único cambio y la ausencia de pólvora como principal defecto. El Lega tiró sólo una vez en la primera mitad (una falta de Raba que rozó la troposfera) y sólo tocó la bola en el área de Jesús dos veces. El mismo Raba y Diego García en punta fueron escasos argumentos de esta plantilla famélica para intimidar a los alfareros. Atacaban con más regularidad los de Fran Fernández a lomos de su gasolina de ímpetu, especialmente derramada por su costado diestro, donde llegaron al descanso protagonizando el 51% de los ataques. Franquesa sufría a la espalda y los rivales percutían hasta convertir a Dani Jiménez en contrahéroe amarillo.

El otrora ídolo del Alcorcón (fue pitado durante todo el partido) salvó al Leganés contra sus ex como antaño los protegía a ellos. En dos ocasiones voló con capa de Superman. La primera, para desbaratar un buen remate ajustado al palo izquierdo de Mosquera (24′). La segunda, para evitar un zapatazo dentro del área de Jacobo (38′). Felino en ambas, la bola acabó en el córner. Sólo el lebrijano rendía. El Alcor salió de la caseta con nueve remates en su haber.

El primero entre palos del Lega acabó en gol. Apenas reanudado el choque, Franquesa compensó sus problemas defensivos con un jugadón marca de la casa. Esprint diagonal desde el lateral para apurar línea de fondo ya dentro de la zona de castigo y regalársela al borde del área chica a Undabarrena. Tres minutos habían pasado del inicio de la segunda parte y el Lega arrancaba transmutado en bloque diferente. Dinámico y ágil. Fresco y directo. Ayudó el volantazo de pizarra con el que Borja Jiménez reestructuró a los suyos. Un 4-3-3 más fluido en la medular en el que Cissé ejercía donde le gusta, apilando su talento en el centro y no desparramándolo en la banda izquierda.

Por ahí comenzó a zigzaguear el autor del 0-2, un Dani Raba que, volcado del centro a la izquierda, se hizo más verso libre. Curioso. También brillante. Tanto como el gol que se inventó en colaboración feliz con Diego García. El delantero, embolsó, aguantó y regaló un balón franco a Undabarrena en la frontal del área para devolvérselo al ‘10’. El cántabro se la picó con la derecha para empalmarla con la misma pierna y meterla dentro. Era el segundo disparo entre palos visitante. El gol (71′) acabó de enterrar el ánimo de un Alcorcón ya inane tras el 0-1 pese a que Fran Fernández trató de agitar el árbol desde el banquillo. No hubo forma. Ni suerte. En el 88′ Obi vio como se le anulaba el gol de la esperanza (luego hubo nueve minutos de añadido) porque la bola había salido por línea de fondo. Así no hay manera.