A la espera de la evolución de Sylla y Kenedy, Biuk volverá en tres semanas

La cercanía del final del campeonato y las evidentes posibilidades de que el Real Valladolid pueda ascender de manera directa han propiciado una tregua en el José Zorrilla a todos los niveles. Si en el duelo del sábado, el público aguantó casi una hora de un juego inexistente antes de protestar y se volcó con el equipo cuando era necesario, también en las oficinas todo el mundo entiende que es hora de aunar esfuerzos y exprimir al máximo las opciones de ascenso con un calendario favorable.

La mirada está puesta en el futuro inmediato. Recrearse en el duelo del Eldense ya no ayuda en nada. Por eso el equipo volvió a ejercitarse a puerta cerrada, como lo hará toda la semana. Se intuye que los titulares en un trabajo de recuperación, alrededor de 50 minutos, mientras que los suplentes estuvieron algo más de un hora de entrenamiento. Tampoco hubo muchos teniendo en cuenta que ni Sylla, se trabaja a destajo para acelerar su recuperación, como Biuk y Kenedy, lesionados ante el conjunto alicantino, por lo que la sesión volvió a estar corta de efectivos.

Posteriormente, y en una medida que hacía muchos meses que no se producía, el club comunicó las lesiones de los tres jugadores. Sylla tiene una rotura del tendón de aductor y aunque a priori es complicado que pueda jugar ya esta temporada se trabaja para recuperarlo en tiempo récord. En el caso de Biuk se informó de un pinchazo en el aductor izquierdo, lo que le dejará tres semanas en el dique seco, mientras que Kenedy tiene una lesión en los isquiotibiales izquierdos por lo que su vuelta a los terrenos de juego dependerán de su evolución. El que sí estuvo y, además, a buen ritmo el Amath, que podría volver a tener minutos en Lezama frente al Amorebieta.

En esta primera sesión, además, llamó la atención la presencia en la misma de muchos de los principales dirigentes del club que trabajan en Valladolid. En el entrenamiento estuvieron el CEO, Matt Fenaert, el director del gabinete de presidencia (de Ronaldo Nazário), David Espinar, el director deportivo, Domingo Catoira, y, por supuesto, el director de fútbol, Bruno Mazzioti. Todos permanecieron cerca de una hora en el campo de entrenamiento, mientras que Pezzolano subió y bajó solo, eso sí, recogiendo cariño. Al subir grabó una felicitación de cumpleaños para un niño y al bajar se hizo una foto con otro aficionado. Un día tranquilo para el técnico del Real Valladolid después de que su equipo ganara, por fin, dos partidos consecutivos después de cerca de cinco meses.

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