La pegada de Braithwaite y Puado no es suficiente para tumbar al Elche

Elche y Espanyol firmaron tablas en el Martínez Valero. Un empate que resume bien lo que va de temporada para los dos equipos. Los catalanes lo fiaron todo a la tremenda pegada de Martin Braithwaite y Javi Puado, mientras que el Elche se tuvo que conformar con un punto, pese a dominar el encuentro y verse obligado a igualar, en dos ocasiones, gracias a los tantos de Mourad y John.

Javi Puado apenas dio tiempo a que los aficionados se acomodaran en sus asientos cuando, antes de cumplirse los dos minutos, adelantó al Espanyol. La sociedad con Martin Braithwaite le valió al danés para recoger un balón escorado a la izquierda y dar el pase medido al área pequeña para que su socio anotara el duodécimo gol de la temporada. Le tocó remar contra corriente al Elche ante un rival replegado y que mostraba afilados a sus dos estiletes en lo poco que pudieron correr a la contra, escoltados por Jofre y Aguado, novedad ante la baja de Melamed.

El Elche se levantó rápidamente del golpe y Mourad, a los once minutos, recogió un rebote de Omar para pescar, desde fuera del área con la pierna izquierda, el empate. La celebración fue para Borja Garcés, mostrando su camiseta un día después de que fuese operado de su grave lesión en la rodilla derecha. Los ilicitanos fueron creciendo en posesión y control con el paso de los minutos, con Nico Castro a los mandos del equipo.

El balón se lo quedó el Elche y el Espanyol firmó la peor primera parte en la etapa de Manolo González, junto a la de la jornada pasada contra el Andorra. En ambos, casualmente, sin él en el banquillo. Los pericos abusaron del juego directo, se mostraron dubitativos atrás ante la presión alta del Elche y sin brillo en centro del campo, notando en exceso la ausencia de Nico Melamed. Hasta el descanso sólo dispuso de un remate de Jofre, que Bigas sacó a córner, y un centro de Braithwaite que no encontró rematador.

El protagonismo fue creciendo para el Elche, con Nico Castro estelar y Mourad más enchufado que nunca, haciendo de faro y poniendo en jaque a la zaga perica. Castro puso en aprietos a Joan García con una falta lateral que sacó con problemas a córner; una doble oportunidad de los dos Nicos y un gol fantasma que tuvo que revisar el VAR en un remate bombeado de Josan que Joan atajó y en su caída a punto estuvo de meterse en la portería.

El paso por los vestuarios no alteró el guion del partido, sólo agitado por el regreso de Pere Milla, con una tremenda pitada en su contra que activó a la grada del Martínez Valero. Manolo González añadió madera a la caldera con la entrada del delantero catalán y del joven uruguayo Borja Vallés. Y encontró el premio en el acierto, aunque no tanto en el juego. Braithwaite firmó un cabezazo de killer, solo ante el portero, a centro perfecto de Omar. Puado tuvo la sentencia en una contra en la que Bigas, en el mano a mano, le robó la cartera con tanto riesgo como acierto, siendo el último hombre.

Un centro lateral, en una falta mal defendida por el Espanyol, lo aprovechó John para firmar el empate. Era el minuto 80 y todo podía pasar, sin bien el miedo a perder también se apoderó de los dos equipos, como bien demostraron los últimos cambios de cada banquillo. El árbitro añadió seis minutos y la última la tuvo Martin Braithwaite, en un cabezazo en plancha en el segundo palo, que Dituro recogió para firmar el final del encuentro. Un punto más y una jornada menos para ambos equipos.

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