La falta de gol, la condena del Espanyol
Ocho goles en los últimos once partidos, con cinco en blanco, limitan mucho las opciones del conjunto perico
Si el Espanyol no está entre los dos primeros clasificados es por un cúmulo de circunstancias. O errores. O malas decisiones. O como quieran ustedes llamarle. Pero en el diagnóstico de por qué se ha llegado hasta aquí hay un denominador común que se repite jornada tras jornada: la falta de gol. Un problema absolutamente detectado por todos en el vestuario, que rueda de prensa tras rueda de prensa expresan que lo que les está faltando es la eficacia de cara a portería. De hecho, es el lamento número uno de un Manolo González que sí ha conseguido dotar al equipo de una solidez defensiva importante, pero que no esconde que al equipo le falta gol.
Las cifras son, de hecho, sangrantes. En los últimos once partidos el equipo ha logrado ocho goles. Para ponerlo en perspectiva, son los mismos registros que el Andorra, último clasificado y el segundo equipo menos goleador de la categoría. Unos números que nos le alcanzan a los de Ferran Costa para acercarse a la salvación ni a los pericos para aspirar al ascenso directo. El gran objetivo del curso que, pese a que aún no es matemáticamente imposible lograrlo sí está ya virtualmente descartado.
La mala dinámica del Espanyol de cara a portería viene de largo, pero se ha agravado especialmente en las últimas once jornadas. Tras marcar seis goles en dos partidos (tres al Mirandés y tres al Eibar) los delanteros pericos se han quedado secos. El equipo se ha quedado a cero ante Huesca, Burgos, Leganés, Sporting y Valladolid y encadena ya dos partidos consecutivos sin marcar. En toda esta racha de resultados, en la que cabe destacar que los blanquiazules no han perdido, solo han logrado marcar dos goles en dos encuentros, contra el Albacete y el Elche. Y solo han logrado dos victorias, contra el Zaragoza (0-1) y ante el Albacete (2-1).
El reparto de goles, de hecho, es el lógico. Han marcado más de un gol los dos delanteros habituales (Braithwaite tres y Puado dos) mientras que el resto ha sido cosa de los centrocampistas: Gragera, Jofre y Melamed. No ha habido aportación de los defensas o los laterales y se echa un poco más de menos la aportación de los centrocampistas más avanzados como Aguado.
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