La derrota más dura de la era Ziganda
La Cultural de los guarismos reducidos pierde fiabilidad defensiva, algo poco habitual en la carrera del navarro como técnico.
Más allá del escenario y del rival, uno de los grandes de la categoría, la goleada sufrida por la Cultural en Riazor abre un nuevo panorama en relación a lo visto hasta la fecha bajo la dirección de José Ángel Ziganda. La solvencia defensiva venía siendo el arma principal del cuadro leonés tras el relevo en el banquillo y sus partidos se resolvían, a favor o en contra, por la mínima y con escaso movimiento en el marcador. Sin embargo, las dificultades defensivas que ante el Mirandés tapó la agónica victoria se refrendaron y multiplicaron el sábado en el feudo coruñés, un hecho poco frecuente en la carrera como entrenador del ‘Cuco’, que cambió el tono ante la prensa.
El 3-0 contra el Deportivo no es solo la derrota más dura desde que Ziganda llegara hace seis semanas a León, sino que es uno de los resultados más abultados de su andadura reciente como entrenador. Al frente del Huesca (más de 50 partidos), su anterior experiencia en los banquillos de la Liga Hypermotion, solo en una ocasión su equipo encajo tres o más goles en un partido. Tampoco es habitual que los suyos reciban cinco goles en dos encuentros consecutivos. Al ser interpelado por ello en la sala de prensa de Riazor, el ‘Cuco’ respondió visiblemente molesto: “Nos veis todos los días. Compactos, sólidos…y no se qué… mira los datos y las estadísticas y hazme otra pregunta, por favor. Veremos de aquí a un mes si es casual o no…”.
Como trasfondo, la caída nuevamente a la zona de descenso y las peores sensaciones defensivas de los últimos meses, la llave para que la Cultural aspire a la permanencia. Si la semana pasada fue un bajón colectivo, los groseros errores individuales de jugadores tan fiables como Rodri u Ojeda allanaron el camino para el contrincante.
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A recuperar la solidez se han agarrado desde este lunes los pupilos de Ziganda en la vuelta a los entrenamientos ya con la ausencia de Matia Barzic, indiscutible para su técnico, y que dejará un vacío importante en el choque que contra el Málaga cerrará la jornada. Será el turno del portugués Tomás Ribeiro.
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