La baja de Pampín da paso a una defensa con el sello de Buñol

La baja de Diego Pampín obliga a dar una vuelta de tuerca a la defensa del Levante. Con la baja del lateral de Oleiros por alrededor de un mes debido a una lesión en la musculatura isquiotibial de la pierna izquierda, Calero apostó por la opción más natural frente al Oviedo, situando al canterano Marcos Navarro en el carril izquierdo de la defensa.

Con él, Calero apostó por tres canteranos formados en Buñol para acompañar a Unai Elgezabal en la defensa, indiscutible hasta el momento, junto a Andrés García y Jorge Cabello. Al técnico de Parla no le tembló el pulso en salir del paso con jugadores que apenas superan los 20 años para ocupar la retaguardia del equipo.

Es más, es el tercer partido en el que comparten alineación, ya que a principio de temporada, con Pampín todavía por inscribir, los tres también salieron de inicio frente al Sporting y el Cádiz, superando con nota tres partidos de altísimo nivel en la categoría.

“Creo que Marcos ha hecho un buen trabajo. Ha aguantado todo el partido, que no era fácil. Pensaba que igual podía caer a partir del 60 después de tres partidos sin jugar, pero el chico ha estado francamente bien. Hay que felicitarle. Todavía le falta por mejorar, pero hay que felicitarle porque el chico pone todo de su parte para poder aportar”, aseguraba Calero respecto a la actuación de Marcos frente al conjunto carbayón; más teniendo en cuenta que desde la inscripción de Pampín no había contado con minutos.

Andrés y Cabello, por su parte, se han asentado en el primer equipo desde la temporada pasada. El valenciano, reconvertido a lateral, ha sido titular en los ocho jornadas de campeonato, sumando una asistencia en la jornada inaugural en Gijón; mientras que el central canario ha disputado ha partido de inicio en seis partidos y tan solo se quedó sin minutos en Zaragoza.

Con ellos, el Levante firmó la segunda portería a cero de la temporada. El equipo mostró una mejor imagen defensiva frente al Oviedo, mostrándose más seguro especialmente en las jugadas de balón parado y los centros laterales, probablemente el talón de Aquiles del equipo, pero no pudo mostrar la versión ofensiva que venía acostumbrando desde el arranque. La teoría de la manta.

Más allá de la opción de Marcos Navarro, Calero dibujó otros dos escenarios para suplir la baja de Pampín, que estará alrededor de un mes de baja por su lesión muscular: situar a Cabello en el lateral izquierdo, una posición en la que jugó en su etapa de formación, pese a que él se siente más cómodo como central, o dibujar una línea de tres en defensa, con Andrés García y un extremo reconvertido, que podría ser Brugué, actuando como carrilero por la izquierda.

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