La afición armera ya piensa en playoff

El empate esta última jornada contra el Sporting supuso el adiós de los armeros a las posibilidades de ascenso directo a primera división. Con el partido de Huesca de por medio, el Eibar encara ya la preparación de la postemporada, aún sin saber los rivales que le acompañarán. Para un equipo que hasta hace tres jornadas era líder y que soñaba con regresar a Primera División por la vía rápida y sin pasar por la lotería de la promoción, afrontar estos playoffs no será nada sencillo. En Ipurua deberán comenzar por recuperar ánimos, valorar hasta dónde han llegado y saber encontrar la solución al problema del gol que no llega. Para parte de la afición azulgrana, este final de temporada acabará de la misma forma que estas últimas nueve jornadas. Otra parte de la afición, en cambio, no tira la toalla y confía en que el equipo recupere fuerzas, ahora que no tiene tanta presión. La opinión está dividida, asumir los errores y valorar lo conseguido son las dos máximas de una afición que ni en la peor situación piensa en abandonar al equipo.

Hace más de dos meses desde la última victoria del Eibar. Nueve jornadas de empates y derrotas en las que el equipo ha resistido en el liderato, gracias al colchón de puntos y los resultados de los demás rivales directos, que también se han dejado puntos por el camino. Sin embargo, la mala racha aún no ha llegado a su fin y tras la derrota ante Las Palmas, se ha bajado de la cima de la categoría de plata del fútbol español. Una derrota en Santander no impidió perder la esperanza del ascenso directo, que se mantuvo hasta esta última jornada, donde de nuevo, el equipo no supo responder ante el Sporting. Ipurua ha dejado de ser el fortín inexpugnable donde para los rivales era un dolor de cabeza sacar puntos y fuera de casa, tampoco se ha podido poner remedio a la negativa racha que acecha al conjunto armero.

Ahora, el Eibar viaja a Huesca pensando ya en el playoff, única vía para el ascenso y reconocida por su complejidad. Deberá superar un primera eliminatoria de semifinales a ida y vuelta y después, una final, también a ida y vuelta, contra el ganador de la otra semifinal. Un reto complicado pero para el que la afición a pesar de los varapalos de los últimos meses no pierde la fe ni el amor por unos colores. Alex Higuera, presidente de la Federación Internacional de Peñas y miembro de Eskozia la Brava comenta la situación del Eibar de cara a esta fase de ascenso. “Hay dos maneras de afrontar los cruces. Meterte cuando vas de abajo a arriba, en el último instante, que lo haces motivado y a tope de ilusión; o cuando los juegas pensando que ibas a ascender directo y no llegas. Esta segunda situación es la que nos ha tocado a nosotros, está bien jugar el playoff, hay que valorarlo pero te quedas con una sensación agridulce”, explica resentido Higuera. Esta situación se traduce también en dos estados de ánimo posibles entre la afición. Por un lado están aquellas personas más positivas, quienes a pesar del golpe, enfocan la promoción como una oportunidad. Por otro lado, las que son algo más negativas creen que estas próximas semanas serán la continuación de estas 9 jornadas de racha negativa. Desde la peña Giro Ona de Catalunya, abogan por lo primero. “Afrontamos este playoff con la misma ilusión y energía de siempre. Consideramos una gran suerte poder disfrutar del privilegio de jugarnos a estas alturas de competición la posibilidad de competir para entrar en la élite del fútbol”, afirman a la vez que señalan el final de temporada como instante para hacer autocrítica. Aitor Berasaluce, miembro de la peña Urko Taldea, en cambio es más de los segundos y le cuesta confiar en una gesta armera en las eliminatorias: “Hay muy pocas esperanzas de cara a la fase de ascenso, porque es muy complicada. Las sensaciones son diferentes ahora, el equipo no transmite más que inseguridad”.

Berasaluce es crítico, repasando la temporada, admite que se deberían de tomar decisiones que corrijan la deriva del Eibar y echa en falta una mayor crítica por parte de la afición. Apunta a varias posiciones a reforzar y otras, en cambio, a aligerar. “A expensas de cómo termine, a la temporada le daría un 6. Nos faltan dos posiciones claramente (mediapunta y delantero centro), nos sobra un portero y, sobre todo, el que se sienta en el banquillo. Con él no haremos nada en la promoción”, declara sin complejos, añadiendo que la parroquia armera “tiene lo que merece”.

Alex Higuera y los miembros de Giro Ona, prefieren ser algo más cautos aunque son claros con el fin de temporada. “Habrá que valorarla cuando acabe la temporada. Si no se sube, será una temporada mala, si se sube, será buena”, aclara Higuera. El grupo armero catalán sigue el mismo sentido aunque adelanta que la situación podría ser mejor: “Una temporada buena hasta el momento. Estamos arriba, en segunda y es mucho mérito para nosotros, pero con la sensación de que podíamos haberlo hecho mejor y tener el objetivo conseguido”.

Una afición de primera

Si hay algo en lo que los tres están de acuerdo es en el papel de la afición. Ipurua ha mostrado durante toda la temporada un aspecto inmejorable, colgando el cartel de no hay billetes en varios encuentros y con una animación, colorido, tifos y banderas poblando las gradas del templo armero. Lejos de casa, los más fieles han acompañado siempre al equipo en todos los encuentros como visitante. Muchos desplazamientos apoyando al equipo, Miranda de Ebro, Oviedo, Gijón, Ibiza, Granada, Valencia, Ponferrada, Las Rozas, Islas Canarias, Andorra,... y los más numerosos, con casi 500 personas arropando al Eibar en Burgos, se rozaron las 1000 entradas para Vitoria y 1200 armeros y armeras, con 14 autobuses fletados, llegaron a Santander después de ser derrotados por Las Palmas. Para el urkotarra Aitor Berasaluce, la temporada de la afición es impresionante y lo equipara con el sentimiento que hace años se vivía en el viejo Ipurua: “Lo de la afición es impresionante. A mí que soy del tiempo de la Bombonera me emociona y me gusta mucho lo que veo, hay muchísima juventud y ambiente”. Desde Giro Ona califican como “de 10″ a la afición armera y alientan al resto a mantener el carácter armero: “La afición armera es de 10. Desde ‘Giro Ona’ organizamos salidas y encuentros con la afición. Viajamos a Ipurua y también fuera, como en Andorra. Eso sí, tenemos que mantener nuestro ADN luchador para seguir creciendo”. Los seguidores armeros no han abandonado al equipo tras el duro y triste desenlace de la pasada campaña, de hecho, esta temporada ha vuelto a sentirse en Ipurua un tirón potente entre los más jóvenes, que cada vez con más fuerza siente y padecen el sentimiento azulgrana. Por ello, para Alex Higuera, la afición ha demostrado estar por encima del equipo. “La afición ha estado por encima del equipo. Es increíble como ha estado respondiendo estas últimas jornadas donde los resultados eran malos. Llevamos 9 partidos sin ganar y parece que la ilusión cada vez es mayor. Lo de la afición este año es brutal”, apunta con emoción.

El desenlace del playoff para el Eibar es aún desconocido. También sus rivales, quienes saldrán 3 de entre Granada, Alavés, Las Palmas, Levante y Albacete. Lo que sí es seguro y de sobra conocido es que, a pesar de todo, los armeros volverán a contar con el apoyo de su gente. “Es muy complicado. Habría que hacer cambios para tener opciones”, subraya Berasaluce. Alex Higuera, como presidente de la Federación Internacional de Peñas, no esconde la ilusión por un ascenso en los cruces: “Toca disputarlo con todas las ganas del mundo. Hay que tener esperanzas para subir y la afición está por encima de todo y de cualquier división”. Desde Giro Ona, confían en celebrar muy pronto el regreso a primera: “Nosotros confiamos en el ascenso hasta el final. Aunque los ánimos ahora no sean los mejores, es una gran suerte poder disfrutar de un playoff”. Las próximas semanas serán decisivas. Afrontar la fase de ascenso de la forma más positiva será el primer paso de la receta para volver a primera. Recuperar los ánimos es, ahora, la misión principal de un Eibar que todavía no quiere despedirse del sueño del ascenso.