Karrikaburu da una alegría a Piqué e insufla vida al Andorra

En Andorra, sin Eder Sarabia, hay vida. Puede ser un tanto ventajista, pero quizás la destitución del técnico vasco era lo que necesitaba un bloque tricolor al que se vio más liberado y, lo más importante, con pegada. El grito de “sí, se puede” retumbó en el Estadi Nacional con fuerza tras vencer al Mirandés. El primer paso, que es dejar de ser colista, está dado gracias a las paradas de Nico Ratti y al gol de Karrikaburu. El delantero no pudo elegir mejor día para estrenarse como anotador con la camiseta tricolor porque, por fin, es decisivo. Su tanto vale oro para un bloque tricolor que sueña con fuerza en la permanencia. Y de la alegría, a la apatía de un Mirandés que dejó muchísimas dudas. Tantas que vuelve a mirar hacia el descenso con Lisci en el alambre.

Gerard Piqué no quiso perderse el primer partido de la era post Eder Sarabia y lo siguió al lado del director deportivo, Jaume Nogués, y otros miembros del club desde una de las cabinas situadas encima de la zona de banquillos para estar muy cerca de los jugadores. Se le vio realizar algunos comentarios, muy metido en el partido de los suyos, aunque su misión principal en las próximas horas será, con Nogués, firmar la llegada de Ferran Costa, del Badalona Futur. Contra el Mirandés, en el banquillo tricolor hubo un tridente de técnicos interinos, con Astorgano de líder, y lo cierto es que la idea futbolística no se vio modificada. El Andorra siguió acaparando la posesión y colgó del palo a un Mirandés parsimonioso. Los jabatos fueron, sin duda, de los equipos que menos fútbol ha propuesto esta campaña en el Estadi Nacional. Salió a verlas venir y lo fió todos a las contras lideradas por Gabri. Balonazo a balonazo ib ganando metros y lo que sí hay que reconocerle al bloque de Lisci es que suya fue la ocasión más clara de la primera mitad. En el añadido, Reina, tras una jugada excelente de Carlos Martín, tuvo el 0-1, pero se topó con un excelente Ratti.

Ya en la segunda mitad, el Andorra siguió mostrándose mucho más fiable que el Mirandés y, en el 60′, se quedó cerca de obtener premio. Lobete hizo una buena acción por banda y a Iván Gil y Karrikaburu les faltaron centímetros para empujar el balón a gol. Los tricolores fueron un ida y vuelta constante hacia el área de Ramon Juan y, a su favor, tuvieron a un inmenso Nico Ratti. El portero se hizo gigante, en el 72′, ante Barcia para detener su cabezazo. La suerte, en el Andorra, parecía estar cambiando y solo faltaba el gol. El acoso y derribo en los minutos siguientes fue tremendo por parte de los del Principado y entonces llegó el 1-0 de Karrikaburu. En su celebración se sacudió toda la presión por no haber marcado hasta la fecha e hizo saltar de alegría a Gerard Piqué. Los minutos finales no estuvieron exentos de sufrimiento, pero el triunfo ya estaba decidido. Piqué, puño en alto y rebosante de alegría, se marchó del Estadi Nacional con esa sensación de haber reconducido la situación. La lucha por la permanencia se pone cruda. Y el Mirandés la va a vivir también de cerca.

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