GRANADA

Jorge Molina: “Tras romperme el cruzado, me veía con fuerzas para seguir otro año más"

El exjugador del Granada pasó por el Twich de Puerta Nueve para repasar su salida del club nazarí.

ParkerDiarioAS

Hace unos meses, Jorge Molina dejó el Granada después de trabajar junto a Paco López, Cacique Medina y Sandoval en el cuerpo técnico. Sin embargo, con la llegada de Guille Abascal al banquillo, el de Alcoy se quedó sin sitio como ayudante técnico. Tras unos meses fuera del club, el veterano futbolista, que colgó las botas por una rotura de ligamento cruzado con la horizontal rojiblanca, pasó por el Twich de Puerta Nueve. Sincero, relajado y sin morderse la lengua, Molina habló durante más de dos horas de su carrera.

“No son las formas ni los tiempos, se pueden hacer las cosas bien. Si sabías hace un mes que iba a venir ya, no me hagas reunirme el día antes de empezar la pretemporada, no te rías de mi en mi cara”, sentenció el exfutbolista sobre la posibilidad que se llegó a hablar de que continuase con el técnico sevillano. El de Alcoy explicó que tuvo una conversación con Matteo Tognozzi en el que culpó a la propiedad: “Le dije a Matteo cuando me llamó un sábado a las diez y cuarto de la noche. No empieces por la propiedad, cuando no se quiere asumir la responsabilidad es que es la propiedad y como nadie sabe quién es la propiedad pues ya estás”.

La propiedad también pudo ser determinante cuando decidió colgar las botas. El 13 de marzo de 2023 se confirmó la peor de las noticias para Molina: se había roto el ligamento cruzado de su rodilla. A sus 40 años, el delantero cumplía su tercera temporada con la horizontal rojiblanca y era su primera lesión de gravedad en toda su carrera, en la que no había tenido ni una rotura muscular grave: “Me veía con fuerzas para seguir otro año más. Estaba convencido. Mi mentalidad era recuperarme lo mejor y lo antes posible. Durante la temporada con la recuperación fue complicado”.

Sin embargo, lo más difícil fue ver como pasaban los meses y su contrato se terminaba. Su futuro estaba en el aire: “Pero lo duro fue en el tema psicológico por la incertidumbre. Se rompió el cruzado Carvajal y el Real Madrid no tardó un día en renovarle. Yo veía que aquí nadie me decía nada, silencio y dejar correr todo”. Molina lamentó en Puerta Nueve, sobre todo, las formas del club: “Hablé faltando seis o siete partidos con un dirigente y me dijo unos condicionantes. Que si subíamos iba a depender del cuerpo técnico. Se me renovaría si quería y que si no pues estaría más complicado. Ya sabía a que atenerme”.

AME2385. GRANADA (ESPAÑA), 27/05/2023.- El jugador del Granada CF, Jorge Molina, celebra hoy el ascenso del equipo a primera división en Granada (España). EFE/Pepe Torres Pepe TorresEFE

Retirada

“Subimos, el cuerpo técnico sigue y quiere que continúe y ahí no entiendo que pasa en ese tiempo”, siguió relatando Jorge. “Tuve que llamar porque empezó la pretemporada y nadie me había llamado. Me dicen que no voy a continuar y les digo, vale, entiendo que hay dudas si me puedo recuperar. Dejarme recuperarme con el grupo, sin ficha y que ni me paguéis un euro. En octubre o noviembre iba a estar bien, si me queréis hacer ficha en enero bien, pero por lo menos la decencia de dejarme recuperarme. Pero no”, sentenció. El Granada no dio facilidades al jugador para continuar jugando el fútbol y se abrió otra puerta.

“Yo les dije que me iba del club, porque me sentía engañado. Me ofrecen un puesto en el club y yo digo que no”, entonces apareció Paco López: “Durante la semana, hablo con Paco y me dice que va a proponer que entre en el cuerpo técnico. No quería estar en el club por estar. Porque creo que puedo ayudar al equipo y además me puede servir a mi para crecer”. Entonces Molina decide colgar las botas, a pesar de verse con fuerzas para seguir, por la buena oportunidad que le brindaba Paco.

Las cosas no fueron del todo bien en el retorno a Primera: “Paco pidió unos perfiles que no llegaron. Al final, viendo lo que hay dentro y lo que necesitaba, que a lo mejor con la llegada de Matteo y la llegada al mercado de invierno podría llegar esos jugadores que él creía necesarios para el equipo”. No le dio tiempo y fue destituido antes del mercado invernal. Molina no dejó tampoco pasar las formas con las que se trató a Víctor Díaz, leyenda rojiblanca después de siete años en el club: “Lleva aquí siete años, se quitó la ficha para que firmasen a otro jugador y no lo firman. Se queda sin ficha y sin retirarse en el campo, que es lo que todos quieren y después ni le coges el teléfono. Esto es fútbol y hay que tomar decisiones, que te podrán gustar más o menos, pero las formas no son discutibles en este sentido. Debes tener una forma de actuar que creo que no se están haciendo las cosas bien”.

Jorge Molina, como auxiliar técnico durante un entrenamiento de la pasada temporada.PARKERDiarioAS

La situación del Granada, con una propiedad en China, hace que en el día a día nadie tenga claro quién es el que toma las decisiones: “Nunca sabes quien toma las decisiones, quién es el responsable y quién no. No puedes ir a hablar a la cara con alguien. Uno dice que es el otro, el otro el uno y el uno el tercero”. Y todo esto lleva a una crispación de la afición que Molina entiende: “La crispación está ahí porque la gente se da cuenta como se hacen las cosas”. Aunque rompió una lanza en favor de los trabajadores del club: “Todos te hacen que vayas a gusto a trabajar, las cocineras, Lucena, los fisios, seguridad, los jardineros… sienten mucho el Granada, te hace el día a día ameno. Es un club que lo tiene todo para trabajar a las mil maravillas, pero evidentemente se debería de dar otras circunstancias que ahora mismo no hay”.

El penalti fallado

Jorge Molina, of Granada CF misses a penalty during the La Liga match between Granada CF and RCD Espanyol at Nuevo Los Carmenes Stadium on May 22, 2022 in Granada, Spain. (Photo by Álex Cámara/NurPhoto via Getty Images)NurPhotoGetty

Jorge Molina tuvo en 2023 la posibilidad de salvar al Granada con un penalti contra el Espanyol que le hubiera mantenido. Pero la suerte no estuvo de su lado. Aún hoy, Jorge recuerda esa fatídica tarde en Los Cármenes: “Salimos convencidos de que íbamos a ganar. Pero cuando empezamos se notó que no teníamos un juego fluido. Nosotros éramos los que teníamos que ganar. Tenemos la lesión de Luis en la primera parte y la sensación de que no van las piernas. Teníamos que haber ganado y después están las consecuencias. Muy mal. Los tiradores eran Milla o Suárez y no estaba ninguno de los dos. Lo tiro, no lo meto y después pues hundido por todo, por lo que supone”. “La gente me decía que no era mi culpa, pero no dejo de sentir esa responsabilidad y peso que si no marco no hubiéramos descendido. Estoy un par de días sin mirar el móvil si quiera. No quería mirar nada ni hablar con nadie. Después ya te haces a la idea que no puedes hacer otra cosa, lo único que puedes hacer es ayudar a volver a subir. Lo tiré ahí y salió mal, sólo podía ayudar al equipo y es en lo que me centré y lo que me hizo superar”, explicó y recalcó la importancia de la afición: “Y el apoyo de la gente, porque habla muy bien de al afición del Granada, que le cantes y corees y animes después de fallar ese penalti. Y me sentí en deuda con la afición”.

Getafe's Spanish coach Jose Bordalas (R) talks to Getafe's Spanish forward Jorge Molina during the Spanish league football match between Getafe CF and Valencia CF at the Col. Alfonso Perez stadium in Getafe on February 8, 2020. (Photo by JAVIER SORIANO / JAVIER SORIANOAFP

A pesar de sólo estar tres temporadas, Jorge Molina formó parte de ese Granada que se paseó por Europa hasta que cayó en Mánchester. Diego Martínez fue clave en su llegada a la ciudad de la Alhambra tras su paso por el Getafe: “Fue un verano raro, atípico. Se hizo rápido y fácil. Me gustó la idea. Me llamó Diego y si tenía alguna duda me acabó de convencer. Me gustó mucho porque me dio razones lógicas”.

También repasó su pasado en el Getafe con Bordalás al mando: “Las pretemporadas de Bordalás han sido las más duras que he hecho yo. No le ganábamos a nadie, porque teníamos una carga de trabajo brutal”, la noche en Mánchester o cómo ve el calendario: “No tiene que ver con la edad, cuando eres joven tienes fuerza de sobra. Va más enfocado más no tanto a la cantidad de partidos sino lo que supone esa cantidad de partidos. El tema es que no puedes entrenar, si no tienes una base sólida de esos entrenamientos, en los partidos puedes tener más problemas y creo las lesiones vienen por ahí. La pretemporada es básica, es cargar el depósito para todo el año, pero la exigencia de entrenamiento te hace estar bien para el día del partido. Si no tienes esa exigencia para consolidar más músculos, articulaciones, todo… es una opinión personal”.

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