Idiakez, la clave es el banquillo

Imanol Idiakez, técnico del Leganés, parece haberle cogido el ritmo a su pizarra adaptándola a un equipo que ha cambiado de estilo (ahora es más competitivo aunque sea a costa del juego) y también de rendimiento (mucho mejor que el pobre arranque de Liga). Todo al compás de las implementaciones paulatinas que ha ido introduciendo el preparador guipuzcoano. Especial mención merecen sus relevos desde el banquillo, cambios que antes pinchaban en hueso y ahora son palanca para derribar enemigos con la aparente facilidad con la que antes era el Leganés el bloque derribado.

“Como dice el míster, los once que salen pican piedra y los que vamos desde el banquillo, derribamos el muro”, comentó en zona mixta tras ganar al Tenerife Qasmi, autor del gol que, en el 91′, otorgó el triunfo a los pepineros. El franco-marroquí había salido al césped en el 90′. Del relato del vestuario emerge que no se trata de una casualidad, sino de una causalidad. Idiakez está reclamando a sus titulares que se dejen la vida al máximo para, una vez agotado el rival, rematar con la carne fresca del banquillo. La reglamentación de los cinco cambios favorece esta estrategia.

“El gol lo hicimos los que salimos del banquillo. Fede, Raba que me da el pase a mí y yo la meto. Todos podemos aportar, aunque no juguemos de inicio”, añadió el ariete, resumiendo los aciertos de Idiakez con las sustituciones. Y ya no sólo porque tres de esos hombres salidos del banquillo fabricaran el gol del triunfo. Es que el preparador se vio obligado a contrarrestar los movimientos que desde el área técnica rival había hecho Ramis.

Partida de ajedrez contra el Tenerife

El técnico del Tenerife, también cambios mediante, mutó la partida del absoluto control pepinero de la primera parte, al creciente dominio chicharrero de la segunda. Ante este panorama de pérdida de hegemonía, Idiakez relevó a Juan Muñoz y sacó a Fede Vico. El cambio potenció la medular rellenándola de cuatro jugadores que empezaron a discutirle la pelota al contrario hasta apoderársela y hacer que los últimos minutos del encuentro, el partido fuera blanquiazul.

Luego llegaron el resto de cambios y el asedio final a la meta de Juan Soriano. Modificaciones de sentido ofensivo que influyeron precisamente en esa forma de poner epílogo al partido. Los agotados Cissé y Undabarrena (interior y pivot) dejaron su hueco a Rubén Pardo y Raba para dibujar una medular más creativa. La culminación la puso Qasmi, que salió por Arnáiz y certificó con el tanto del triunfo tras una buena acción conjunta. El ‘9′ blanquiazul, al contrario de la imagen que de él se tiene, ejerce mejor casi como segunda punta que como nueve puro. Le gusta aquello de tirarse atrás y enredar entre líneas.

Ventaja repetida

Sea como fuere, no es ésta la primera vez que los cambios de Idiakez potencial al Leganés. En Cartagena, por ejemplo, los relevos fueron clave en el triunfo, con la entrada destacada de Nyom o la presencia de Miramón como lateral zurdo para taponar las acometidas albinegras en el Cartagonova. Algo parecido estuvo a punto de pasar en Valencia contra el Levante, cuando los relevos de Idiakez amenazaron con tumbar a los granota. Rubén Pardo y Raba se fabricaron el tanto del empate y precisamente Qasmi estuvo a punto de hacer el 2-2 cuando el conjunto local había vuelto a adelantarse.