Ibáñez, salvador en el alambre

Rober Ibáñez, viejo conocido del Leganés hasta en tres etapas diferentes, rescató al Levante de la primera derrota en la era Calleja al marcar en el añadido el tanto con el que igualó el doblete de Arnáiz, ése que prometía dejar a los pepineros al rebufo de los playoff y cortar las 14 jornadas invictas en los granotas. El talaverano había remontado el 0-1 con el que Campaña, de penalti dudoso, había adelantado a los visitantes. El segundo de sus goles le sirvió para sobreponerse a otro penalti (éste de VAR) que falló al borde del descanso. La igualada aleja al Leganés del playoff y mantiene en los visitantes la esperanza de asaltar el ascenso directo.

Garrapiñado y polvoriento, el inicio del duelo fue pastoso, pero clarividente. Levante y Leganés pusieron las cartas sobre la mesa y boca arriba. Cero engaños. Cada uno, a lo suyo. Los visitantes, a dominar con ánimo vertical especialmente por el costado diestro, donde De Frutos quiso ser pesadilla de su reciente compañero. Enric Franquesa, cedido por los granotas esta misma semana, debutó en el once del Leganés forzado por las ausencias. Y fue protagonista, pero negativo. En una salida se embolicó con la pelota y cometió el penalti dudoso con el que Campaña (29′) abrió el marcador. Dijo Oliver Ramos que el levísimo toque por detrás del lateral al mismo De Frutos fue suficiente para pitar once metros.

Doble recuperación

El tanto sentó como puñetazo al mentón pepinero, porque segundos antes Juan Muñoz había marrado un claro mano a mano ante un excelso Cárdenas. El sevillano había puesto punto y final al asedio de cañón corto con el que por varios minutos embotelló el Leganés a su enemigo. Un vendaval surgido al espacio de la espalda que atacaron los blanquiazules durante todo el primer periodo. Idiakez blindó la pizarra para buscar las contras. No le salió mal. Pese al golpetazo del 0-1, el Lega supo reponerse. Sólo tres minutos después Arnáiz culminó una buena jugada colectiva que nació en las botas de Miramón tras un robo de chico listo. El ex del Levante gozó como principal beneficiado del fichaje de Franquesa. Porque esta vez sí, ejerció en su banda natural con buen rendimiento.

Respondió el Levante al empate con un balón al palo de De Frutos (40′) poco antes del lío con el que se marcharon a vestuarios. Vezo derribó a Raba y Oliver Ramos no señaló nada. Un Idiakez fuera de sí pidió a los suyos que tiraran la bola fuera para que la acción se revisara. Bingo. El truco le funcionó. Dos minutos después Ocón Arráiz desde el VAR corrigió a su compañero. Penalti que sin embargo marró Arnáiz, con un lanzamiento potente, pero seco y centrado. Cárdenas, de nuevo sublime, deshizo el peligro y regaló una vida extra a los suyos, la misma que debería haberle arrancado el fallo al Leganés.

Salvación en el 91′

Pero este equipo ha hormigonado su espíritu para saber reaccionar también en las duras. Con el susto en el cuerpo por un latigazo de Pablo Martínez al larguero apenas reiniciado el choque, otro regalo, éste de la defensa del Levante, otorgó la redención a Arnáiz para poner el 2-1 (63′), caso curioso de futbolista diestro con más tino cuando le pega con la zurda que con su pierna natural. Vezo y Postigo se enredaron y dejaron sólo al sprint al talaverano, avispa que no suele fallar dos veces. El tanto le permitió igualar a Juan Muñoz como máximo goleador del equipo, con seis goles cada uno.

Se tiñó desde entonces el duelo de tensiones esféricas, con el Levante envalentonado en la noble tarea de un empate que sumió al Leganés en el vértigo a no ganar. Riesgo lo evitó antes de tiempo con una de esas paradas que cuentan casi como goles. El arquero de 39 años le sacó a Saracchi mano dura que evaporó la esperanza granota, acampada en las inmediaciones del área pepinera en un asedio de impotencia hasta que Rober Ibáñez, emergido del banquillo tras ser baja desde octubre, aprovechó un butrón dentro del área para igualar el choque y mantener a flote la racha de su entrenador.