Hernán Pérez se la juega ante un Burgos de acero

Hablaba en la previa Hernán Pérez de optimismo. El técnico del CD Lugo afirmaba que veía a los jugadores fuertes y que eso le invitaba a ser optimista. Mucho de eso necesitarán los albivermellos en su enfrentamiento ante el Burgos, ya que los fríos números no invitan precisamente a la positividad: en puestos de descenso, peor arranque desde el ascenso, segundo equipo más goleado de la categoría y segundo peor equipo como local (sigue el partido en directo en AS.com). Con este bagaje a nadie se le escapa que este partido va a ser algo más que tres puntos para el entrenador local y que de encajar una derrota, y en el Anxo Carro ya van tres en cinco partidos, tendría pie y medio fuera del banquillo. Que además esto se pueda producir frente al equipo del que su hermano es director deportivo añade un punto de sarcasmo que maldita la gracia le debe hacer.

Enfrente estará el Burgos, que llega en pleno estado de optimismo demostrando que el apostar por una idea suele funcionar. El “método Calero” les ha llevado de estar la antigua Segunda B a ser, ahora mismo, terceros en la categoría de plata, invictos y con sólo un gol encajado. Todo ello conseguido a base de trabajar como un bloque, tener claras las fortalezas propias y castigar las debilidades ajenas. Si la sensación que da el Lugo es que se puede venir abajo con un soplido, la que transmite el Burgos es que ni con un huracán va a perder la compostura.

Para tan trascendental envite, Hernán Pérez volverá al dibujo clásico que abandonó en Málaga con resultados catastróficos. La línea de tres centrales hizo aguas y la falta de extremos volvió romo al equipo, por lo que se espera un regreso a la normalidad en lo que a sistema se refiere. Zé Ricardo volverá al lateral zurdo tras cumplir sanción y Loureiro al diestro tras su suplencia en La Rosaleda. Xavi Torres, que se desempeñó de central, volverá al mediocampo e incluso Jesús, el central canterano que mejor se ha desempeñado en el puesto, podría arrebatarle el puesto a Neyder Lozano. También se espera la vuelta de Sebas Moyano y Cuéllar a los extremos tras el descalzaperros que el equipo sufrió sin ellos la pasada jornada. La punta será para Chris Ramos. Todo esto si el míster asturiano no vuelve a experimentar en el once, algo que suele darse cuando las cosas pintan mal.

En las antípodas del Lugo se encuentra el Burgos de Calero. Los de El Plantío están sin duda en su mejor momento desde su regreso al fútbol profesional y lo están disfrutando a fondo. El míster de los blanquinegros ha construido un equipo que es puro acero, basado en una solidez defensiva a prueba de bombas y que, encima, ha encontrado el camino del gol que tanto le costaba en las primeras jornadas, acumulando seis goles en las últimas tres jornadas. La baja más importante es la del imbatido Caro que será suplido por Dani Barrio, que la pasada jornada encajó el único gol que tiene el Burgos en su contra. Por lo demás, la lupa estará puesta en Gaspar, fundamental en los últimos partidos con sus goles. Advirtió Calero a los suyos en la previa de la importancia de este partido, pero viajan con la tranquilidad que da ocupar el tercer puesto. Todo lo contrario que los locales, atenazados con la peor racha abierta del campeonato. Hernán se la juega, veremos si no es el equipo construido por su hermano el que le da la puntilla