Garitano, figura e institución en Ipurua

El técnico armero cumplió el pasado fin de semana, tras la victoria ante el Tenerife, la hazaña de alcanzar la cifra de 100 victorias como capitán del barco armero. Un éxito que atribuye a toda la gente que forma el Eibar, desde los jugadores hasta los aficionados, pasando por todo el personal del club. Lo ha explicado en una entrevista publicada por el Eibar, en la que repasa su periplo tanto como entrenador, como de jugador del Eibar. Gaizka Garitano se deshace en elogios con el club y su afición, recordando los momentos más bonitos en sus etapas como armero.

“Estas 100 victorias son trabajo de todos, los jugadores, el club, la gente,... Al final solo es una cifra, lo que hay detrás es trabajo y apoyo de la gente, del club y de los jugadores”, agradece Garitano ante el éxito de alcanzar las 100 victorias como entrenador del Eibar. El técnico deriotarra admite que siempre se ha sentido como en casa y que está muy contento de seguir entrenando al conjunto eibarrés. “Ya son unos cuantos año aquí y siempre me he sentido como en casa. Estoy muy contento y muy agradecido con el trato que me ha dado la gente y el club”, cuenta Garitano.

En la entrevista, el técnico armero hace un repaso de su carrera en el Eibar. Una carrera que comenzó de jugador y ha acabado con su segunda etapa como técnico. “En aquellos años, cuando era jugador, hicimos muy buen año en segunda. Normalmente, siempre peleábamos por no descender. Ahora creo que la exigencia es diferente, la gente se ha olvidado de la permanencia, pero tuvimos muchos años de luchar por la permanencia y tampoco fue hace tanto. Tengo muy buenos recuerdos de aquella época, aprendí mucho jugando con mitos del Eibar como Bixente, Olano, Artetxe o Arriola”, explica Garitano. Siempre tuvo claro que tras ser jugador, su sitio estaba en los banquillos. “Cuando terminé mi etapa como jugador en el Alavés, ya tenía la titulación y el Eibar me llamó para ser segundo entrenador del primer equipo, luego estuve otro par de años en tercera con el segundo equipo. Tenía muy claro que me gustaba”, apunta el preparador armero.

Sus orígenes como entrenador en la entidad azulgrana se remontan a ser segundo entrenador, en la temporada 2009/10. Tras ello, se hizo cargo del filial en tercera. Tras el paso sin éxito de varios entrenador con el primer equipo, se le encomendó la tarea de llevar las riendas de la SD Eibar. Una tarea que bordó en los dos primeros años. “El inicio como entrenador del primer equipo fue muy bonito. Logramos dos ascensos seguidos y fueron años muy buenos. Además, en copa conseguimos eliminar al Athletic en San Mamés, fue un día histórico para el club”, relata Garitano. “Aquel año nos salió todo bien, conseguimos entrar al PlayOff y superamos las tres eliminatorias. El último partido fue contra el Hospitalet, después de dejar en la calle al Alcoyano y al Oviedo. Tengo muy buenos recuerdos de aquellos años”, explica un Garitano meláncolico. La juventud fue la principal característica de aquellos años, analiza Garitano: “En la temporada de ascenso a primera teníamos una buena plantilla, con jugadores que no eran tan conocidos por ser jóvenes. Jota, Morales, Yuri, Dani García, Bóveda, Añibarro como capitán,... Con todos ellos hicimos el camino de segunda B a primera, incluso jugaron en primera y lo siguen haciendo en otros equipos”. Aquella segunda división poco se parece a la de ahora. Se ha convertido en una competición más igualada y más peleada. “A falta de dos jornadas, ascendimos. Hoy en día eso es algo muy difícil. Ascendimos con 72 puntos, el año pasado nos hicieron falta más y este año supongo que también”, opina Garitano.

En el club eibarrés dice sentirse como en casa. Ha pasado por ser jugador, entrenador y hasta aficionado. “Ipurua lo es todo para mí. Jugué más de 200 partidos como jugador, luego he dirigido otros tantos, como aficionado también he solido ir con mi carnet de socio, por lo tanto Ipurua es como mi casa. Ya sea como jugador, en el banquillo o en la grada”, admite un Garitano que se deshace en elogios con la afición y el ambiente de Ipurua.

Volver a ser entrenador del Eibar fue una idea que no pudo rechazar. Ipurua ha sido siempre su hogar y cuando recibió la llamada no pudo decir que no. “Hace dos años me llamaron de nuevo del Eibar, tengo muy buenos amigos aquí y, aunque venía de pasar buenos años en el Athletic, cuando te llaman los de casa sientes la necesidad de volver a tu hogar”, se sincera Garitano. El final de la pasada campaña fue, en palabras del mister azulgrana, muy cruel. “Al final sumar 80 puntos y batir todas las marcas no es suficiente.— intuye Garitano— Lo que ocurrió la pasada temporada fue una pena pero este año volvemos a estar ahí y, aunque sea difícil, lo pelearemos de nuevo”.