Garcés le da una vida extra a Beccacece en el 89′

Un gol de Borja Garcés en el minuto 89 desató la locura en el Martínez Valero y da una vida más a Sebastián Beccacece en el banquillo del Elche. El técnico argentino se había autoimpuesto un ultimátum ante el Andorra: o ganaba o se iba. Y su equipo lo mereció. El Andorra opuso resistencia, pero una semana más la falta de pegada condicionó el resultado. Al final, la victoria local fue tan sufrida como justa, a la espera de saber qué deparará el futuro.

El Elche comenzó nervioso y aireó en el campo las dudas que se cuestionaban por la grada. Dio tiempo en ese periodo para algún tímido pito y a que el Andorra se atreviese a salir, aunque fuera por diez minutos, de su cueva. Cuando la grada empezaba a exigir, emergieron los líderes del equipo, con Fidel pidiendo el balón y Óscar Plano y Nico Fernández dibujando diagonales para abrir la defensa local.

Nico tuvo las dos primeras y despertó a una afición que se metió como nunca en el juego. El balance del primer tiempo fue de diez ocasiones del Elche por un único remate del Andorra. Al caudal ofensivo franjiverde sólo dio tregua una interrupción en el juego, de un par de minutos, que paró el partido para atender a un aficionado en Fondo Norte. Tras ese parón, una acción desde la derecha de Fidel encontró a León para dar de cara a Plano y, al segundo remate aprovechando la pasividad de la defensa, poner el 1-0.

El Andorra estuvo muy tibio en la segunda parte y el Elche mereció llegar con más ventaja al descanso. Sin embargo, siguió la línea de toda la temporada en casa y se mostró negado una y otra vez ante la portería rival, con llegadas de Lautaro por la izquierda, las conducciones de Febas y Fidel y la amenaza de Óscar Plano y Sergio León, esta vez desacertado.

Eder Sarabia buscó la reacción en el vestuario con su arenga y un doble cambio. Cambió a la pareja de centrales, pero no pudo taponar el torrente de ocasiones del Elche. Pese a la ventaja, la grada seguía exigiendo para que los suyos no se replegaran y buscaran el segundo. El Andorra vio la luz con la entrada de Manu Nieto, que en la primera que tocó le sirvió el tanto a Scheidler para poner el empate.

Lejos de arrugarse, el Elche se fue a por el segundo, empujado por la afición. Se volcó sin cuartel y encerró al Andorra en su área. Beccacece buscó refrescar el ataque y comenzó a meter opciones de ataque, con Mourad, Carreira, Borja Garcés, Nico Castro y Tete Morente. Las ocasiones se seguían sucediendo, incluso con Clerc y Bigas conduciendo de un área a la otra. Al final, entre los 24 remates del Elche (por los cuatro del Andorra) apareció la cabeza de Borja Garcés para peinar a gol y poner el 2-1 definitivo, provocando el éxtasis en la grada y una celebración que pareció más la de un título que la de tres puntos en Segunda División.

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