“Fran Albert va al milímetro de todo”
Álvaro López, que trabajó con el preparador físico en su primera etapa en el Real Valladolid, cree que va “a aportar un plus muy grande”.
Alrededor de la figura de Fran Albert existe un amplio consenso: nunca el Real Valladolid estuvo en un estado de forma como el que alcanzó en la temporada que se coronó con el ascenso a Primera División a las órdenes de Sergio González. Por eso, cuando el club anunció su vuelta, muchos se congraciaron, a sabiendas de que, aunque el fútbol es de todo salvo una ciencia exacta, los éxitos en la preparación física se pueden reeditar con él como responsable del área de salud.
Esta creencia la tiene también, y sobre todo, aquella gente que conoce su método; más aún, la que colaboró con él. Es el caso de Álvaro López, entrenador UEFA y preparador físico, que estuvo un año trabajando codo con codo con Albert hace ya más de un lustro. “Para mí, es el mejor profesional con el que he trabajado. Va muy al milímetro de todo en lo físico y lo tiene todo controlado, también en el apartado mental. Combina todo tipo de métodos”, comienza a desgranar para AS.
Durante su primera etapa en el Real Valladolid, Albert introdujo ejercicios y herramientas hasta entonces desconocidos en la entidad, que le hicieron ser “pionero”. En su metodología, trabajó con un grupo de preparadores como López, “y le daba la msma importancia a todos aquellos con los que trabajaba que a sí mismo”. “Consiguió liderar un grupo de trabajo como era el de RVLab que estaba apoyado en evidencias científicas”, una circunstancia que, dada la responsabilidad con la que vuelve después de un lustro, cabe esperar que pueda volver a producirse.
Álvaro López define a Albert como “una persona que está en constante aprendizaje y que busca siempre la excelencia en cuanto a métodos diferentes”, que “piensa y trabaja las 24 horas en fútbol”, algo que, a su juicio, “marca la diferencia en un club de élite”. “Cree mucho en la conexión de lo cognitivo, del sistema parasimpático, de los sistemas nerviosos y en cómo se usa eso para mejorar el rendimiento y la prevención de lesiones”, algo que, como se vio el pasado curso, es fundamental “para disponer de tus piezas clave en el momento en el que más necesitas disponer de ellas”.
Así sucedió en aquel curso que terminó con el ascenso. “El equipo llegó al playoff en el mejor estado de forma que hemos visto en un equipo en una promoción. Aquello quedó opacado por el rendimiento de Mata y por el propio ascenso, pero Fran Albert fue uno de los grandes artífices; Sergio González dio con la tecla, pero el equipo llegó en moto. En una competición tan larga y tan dura, Fran va a aportar un plus muy grande”, aventura Álvaro López, que confía “al 200%” en que así será, aun a sabiendas de que en el fútbol siempre concurren factores externos.
En esta nueva etapa del alicantino en el Pucela, cabe esperar que se encuentre de inicio a un Pezzolano “que le va a pedir intensidad al equipo, por lo que habrá que hacer un trabajo muy consistente en prevención, fuerza y resistencia a la fuerza, además de en preparar a los jugadores para una temporada tan larga”, que, puede sobrepasar los 45 partidos contando la Copa del Rey o un eventual playoff. “La preparación física se tiene que adaptar a lo que quiera el míster. En este caso, seguramente a conceptos como la intensidad en el press tras pérdida”, augura López.
Dedicado al alto rendimiento
En los últimos años, desde su salida del Real Valladolid, Álvaro López ha seguido trabajando en la optimización del rendimiento de los futbolistas a través de su proyecto personal, LST Force, donde se entrenan más de 40 jugadores, cuyo nivel se ha visto potenciado a sus órdenes. Así, por su centro han pasado este mismo verano los jugadores de la cantera del Atlético de Madrid Seydou Fall y Diego Pérez, la osasunista Alexia Blanco o la internacional marroquí Ame Atiq, entre otros. “Es un orgullo y una suerte que gente buena confíe en ti para poder darles ese plus que buscan”, dice López, que cree firmemente “en los jugadores potenciados”.
En el fútbol actual, explica, “desde edades muy tempranas se está opositando para llegar a la élite”, lo que hace que el jugador y su entorno busquen colmar “sus propias necesidades” con un trabajo que, como en los casos citados, es complementario y se puede realizar “en sinergia con sus clubes”. “Hoy en día, el futbolista es profesional cada vez más pronto y hasta más tarde. Gracias al trabajo que hacen fuera del campo, con sus preparadores, hay muchos que con 36 y 37 años están ofreciendo un rendimiento espectacular”, valora López.