Fichado: Saúl vuelve a casa

Era un secreto a voces que Saúl García quería volver al Racing y que el Racing quería que Saúl regresara a El Sardinero. Ya está. Saúl ha alcanzado, tras semanas de negociación, un acuerdo con el Deportivo Alavés para rescindir el contrato que les unía hasta el próximo 30 de junio y de manera inmediata firmará un acuerdo con el Racing para las dos próximas temporadas. Siete años después de su traspaso al Depor, y tras pasar por ocho clubes sin llegar a asentarse en ninguno, Saúl vuelve a casa.

Saúl García Cabrero, nacido en Vioño de Piélagos hace 27 años, se hizo futbolista en las Instalaciones de La Albericia y fue uno de los artífices del ascenso de la temporada 13/14, el de Paco Fernández, que le subió al primer equipo con 19 años y le hizo compartir el carril izquierdo con el riojano Iñaki. La siguiente temporada, en Segunda, jugó 36 partidos, 28 de titular, lo que hizo que equipos de superior categoría se fijaran en él. Tanto, que acabó firmando tanto con el Valladolid como con el Deportivo. Ahí empezó un recorrido por el Depor, Tenerife, Girona, Mallorca, Numancia, Rayo Vallecano, Sporting y Alavés.

Lo curioso de la trayectoria de Saúl es que los equipos que le contrataron, Depor y Alavés, nunca confiaron en él, mientras que rindió a gran altura en los clubes a los iba siendo cedido. Especialmente fructífero resultó su paso por El Molinón: fue el cuarto jugador que más minutos disputó, solo por detrás del portero Mariño y los intocables Djuka y Babin, en un equipo que llegó a ser líder y perdió el puesto de playoff de ascenso en las dos últimas jornadas.

Su paso por el Alavés ha sido especialmente inexplicable. Le ficharon tras su única temporada con protagonismo en el Depor, la 18/19, y le cedieron al Rayo Vallecano en el mercado de invierno sin haberle dejado siquiera debutar. Al año siguiente, pese a haberlo hecho bien en Vallecas, le ceden ya en verano al Sporting y tras regresar de Gijón con los deberes más que hechos, 39 partidos y 3100 minutos entre Liga y Copa del Rey, vuelta al ostracismo. Se quedó la temporada pasada en el Alavés porque se negó a volver a salir cedido y solo jugó tres minutos en Liga y un partido de Copa del Rey, en Segovia ante el desconocido Unami.

Con la llegada del de Vioño, Guillermo Fernández Romo cuenta ya con cuatro laterales: Unai Medina y Dani Fernández para el costado derecho y Satrústegui y Saúl para la izquierda. Curiosamente, tres de los cuatro, los diestros y Saúl, son mucho mejores atacando que defendiendo y el que es más especialista defensivo, Satrústegui, es en realidad un defensa central reconvertido. Habrá que ver como combina esas piezas el técnico madrileño.