Esperanza de un gol más repartido
El Leganés, que hasta la jornada ocho sólo tenía tres goleadores diferentes, suma siete artilleros distintos como uno de los equipos con más reparto de gol. La puntería mejora.
Era el gol en Leganés asunto acaudillado por unos pocos (muy pocos) en el inicio de temporada. Tema preocupante por aquello de que los pepineros eran capaces de generar muchas ocasiones de gol, pero nadie sabía materializarlas. Hasta la jornada 8 sólo tres pepineros (Naim, Nyom y Arnáiz) habían logrado ver puerta. Y de ellos, ninguno era delantero más que Arnáiz, futbolista entregado a la causa del gol, pero de insistencia no siempre correspondida.
Ahora, sin embargo, el reparto se ha modificado y democratizado en una tarea que ya se ha repartido entre siete futbolistas. El Lega es, de hecho, el octavo equipo con más número de goleadores diferentes después de haber logrado mejorar el acierto de cara a la puerta rival y, de paso inmiscuir a más futbolistas en esta tarea. Lejos está, eso sí, el Villarreal, que con 16 goles repartidos entre 12 apellidos diferentes es el equipo con más amplia base de goleadores de todo el campeonato.
Desde esa jornada ocho el Leganés ha incorporado cuatro artilleros nuevos. Fede Vico (de penalti ante el Albacete), Omeruo y Juan Muñoz (ambos ante el Cartagena) y Dani Raba (se estrenó como pepinero ante el Levante). Tan repartida anda la tarea de marcar en este Leganés famélico de gol que Arnáiz, con solo dos tantos, es su máximo realizador, aunque por la insistencia que tiene en la idea de marcar invita a pensar que debería llevar algún tanto más. Con 24 remates supera en ocho los del segundo rematador más empecinado de la plantilla. Naim, con 16 remates, le sigue en la distancia.
El llamamiento de Idiakez
Sea como fuere, este reparto creciente de la tarea de marcar responde justo al llamamiento que hizo Idiakez, preocupado porque, ante la sequía de goles de sus delanteros, la aportación del resto de las líneas era escasa. “Es importante que la gente de segunda línea haga gol. Que la responsabilidad del gol siempre la cargamos en el delantero. Y por la zona que juegan, tienen más responsabilidad, sí, pero también necesitamos goles de todas las líneas…”, comentó el técnico en la previa de la visita a Huesca, donde precisamente los fallos de los delanteros (Piotr Parzyzsek tuvo algunas claras mandadas al limbo) lastraron al equipo.
Aquel partido, aquella derrota y la de Albacete lo cambió todo. Cambio, por ejemplo, estilo de juego, que pasó a ser más competitivo y, por momentos, más compacto en el deseo de evitar goles. Curiosamente ese estilo le ha reportado mayor tino de cara a la puerta rival. De ahí que el Lega encadena cuatro partidos seguidos marcando, algo que no había conseguido en toda la temporada y que denota cierta mejoría en el remate ante la meta rival.
Mejor tino
De hecho, ante el Málaga (cuatro tiros, un gol, 25% de acierto) y Cartagena (nueve tiros, dos goles, 22,22% de acierto) representan los dos duelos con más efectividad del Lega en lo que llevamos de campaña. Ambos se han disputado en este rush de mejora pepinera. Lejos quedan los 21 remates ante el Lugo, los 18 ante el Huesca o los 14 ante el Burgos para cerrar en cero goles el marcador de tantos a favor. La diferencia es notable.
Esta mejoría de cara a la puerta rival y mayor democratización del gol también ayuda a que los protagonistas ganen en confianza y vayan aportando más a un equipo que, con todo y con eso, sigue famélico ante la portería rival. El Lega es el cuarto equipo menos goleador del curso sólo por delante de Zaragoza (siete dianas) y Racing y Oviedo (cinco dianas).