Escribá presume de plantilla

“Presumo de plantilla, no de once. No voy a excusarme en que no jugó este o el otro”, sentenció Fran Escribá antes del duelo en Castellón. El preparador tiene claro que un ascenso en una liga tan larga como es Segunda no la consiguen once jugadores y eso trata de inculcar a su plantilla. El preparador ya ha advertido en más de una ocasión que en todos sus equipos poco tiene que ver el primer once que saca con el once de la última jornada. Rotaciones, muchas obligadas, otras por estado de forma, que dejan ver el gran fondo de armario que tiene el Granada. No obstante su victoria en Gijón llegó sin seis de sus titulares, algunos intocables.

Sin Loic Williams, Carlos Neva, Gonzalo Villar, Martín Hongla, Gio Tsitaishvili ni Myrto Uzuni, el Granada afrontó uno de los partidos más importantes de la temporada. Seis jugadores que están llamados a ser titulares e importantes en el conjunto nazarí. Escribá tuvo que tirar de plantilla y esta está respondiendo con creces. Es el caso de Miguel Ángel Brau, que se ha asentado como lateral izquierdo en su primera temporada como profesional haciendo olvidar al capitán; también de Sergio Ruiz, que cuajó su mejor partido de la temporada renqueante y con una aparatoso vendaje en la rodilla para desempeñar el papel de Hongla a la perfección. O el de Reinier, que no es el mismo tipo de jugador que Tsitaishvili, pero dio una asistencia más para que el conjunto nazarí se adelantase en el marcador. Y, cómo no, Weissman. El israelí marcó su segundo gol (los dos fuera de casa) para que el granadinismo no echase de menos a su gran goleador, Uzuni.

Porque entre ambos entrenadores, Abascal y Escribá, ya han utilizado 27 jugadores. Los tres porteros de la plantilla han tenido minutos, aunque con el valenciano es Diego Mariño el que se ha asentado bajo palos. En defensa, sólo Manu Lama no ha tenido minutos en liga, sí en Copa. Además, también ha tirado del canterano Oscar. Igual que en la medular, donde Rodelas y Juanma, ambos del filial, han tenido minutos ya con el primer equipo. Pero es que, en la plantilla, todos han tenido su oportunidad de demostrar a Escribá que están preparados para cualquier cosa.

El técnico tiene varias posiciones muy claras, eso sí. Es el caso del portero, donde Mariño es intocable desde su llegada. Igual que el lateral derecho, con Ricard titular en todos los encuentros salvo en Castellón, que descansó como Brau, el lateral izquierdo habitual ante la ausencia de Neva. El centro de la zaga ha tenido más vaivenes. Miguel Rubio se asentó desde el tercer partido del valenciano y desde entonces lo ha jugado todo. El acompañante era Loic Williams, hasta que se lesionó en Castellón. Por ahí han pasado desde entonces Ignasi Miquel el sustituto en Castalia del central zurdo (un partido titular, frente al Zaragoza), Insua, que jugó contra el Sporting de inicio en el primer y único encuentro con Escriba, y Oscar. El canterano fue titular contra el Levante, se quedó en el banquillo ante el Zaragoza y ha repetido en los últimos dos duelos.

La medular la tiene mucho más clara. Hongla y Gonzalo Villar son sus hombres, pero las lesiones y selecciones le han obligado a tirar de Sergio Ruiz y Trigueros, titular los últimos tres partidos al no contar con más efectivos en la zona ancha del campo. Eso sí, el talaverano no ha terminado ni un solo encuentro. Sergio Ruiz, un habitual con Abascal, ha gozado de cuatro titularidades, sólo completando dos encuentros y Juanman tuvo minutos contra el Eldense hace dos jornadas.

En ataque, también tiene claro el preparador sus hombres. Tsitaishvili se ha perdido tres encuentros, en los que no ha sido convocado, y contra el Castellón salió desde el banquillo. Eso sí, el georgiano no ha completado todavía los 90 minutos. En la otra banda hay más dudas. Empezó Jozwiak jugando con cuatro titularidades en los primeros cinco partidos. Después salió desde el banquillo contra el Zaragoza y volverá el equipo ante el Cádiz tras dos encuentros de sanción. Le ganó la partida Pablo Sáenz, que sólo se ha quedado sin participar en dos encuentros, ambos con Abascal. El navarro lleva cuatro titularidades con Escribá, al que ha convencido a base de trabajo y buen juego. Más complicado lo está teniendo Reinier. Ubicar al brasileño está siendo un problema y, desde la llegada del valenciano, sólo ha tenido tres titularidades, aunque únicamente en una ocasión se quedó sin minutos. Y después está el caso de Corbeanu, que ha desaparecido en los últimos encuentros. Con Escribá tuvo dos titularidades seguidas, después se quedó sin minutos, jugó quince minutos en dos partidos y no ha salido del banquillo en los últimos dos.

Arriba tampoco ha dudas. Uzuni y Boyé son los elegidos. El albanés es titular y juega prácticamente todo, sus ausencias se deben a la llamada de su selección. Mientras Boyé, tras recuperarse de sus problemas físicos, ha sido titular en seis de los últimos siete encuentros. Weissman, con la confianza de Abascal, cada vez tiene menos protagonismo. Titular en las ausencias de Uzuni o Boyé ha salido de inicio en tres ocasiones, pero en otras tres se ha quedado sin minutos. La última opción del preparador arriba es Siren Diao. Cuatro veces ha salido desde el banquillo, siempre con diez minutos o menos, y en cinco partidos ni siquiera tuvo minutos.

Una plantilla completa, con muchas opciones y la irrupción de la cantera le dan a Escribá muchas alternativas para cada tipo de partido. El valenciano tiene claro su once, pero también que tiene un gran fondo de armario. Una plantilla para presumir y desatascar partidos complicados.

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