El Zaragoza no puede con el Teruel

El Real Zaragoza no pudo con un animoso Club Deportivo Teruel y no pasó del empate sin goles en su visita a Pinilla en su tercer amistoso de la pretemporada. Al equipo de Carcedo le faltaron fútbol y frescura y le sobró un fallo clamoroso del argentino Vada a puerta vacía.

El Zaragoza, aplicando el librillo de su entrenador, salió a presionar arriba, pero ni logró forzar pérdidas en el Teruel, un equipo muy bien trabajado en defensa por Víctor Bravo, y, además, le costó muchísimo generar fútbol. Y eso que Carcedo juntó esta vez en el medio a Bermejo, Jaume Grau y Eugeni para intentar elevar la creatividad de su equipo, dejando el ataque para Puche, Iván Azón y Giuliano Simeone.

Al Zaragoza se le adivinan algunas buenas intenciones, pero todavía no le rinden beneficios. Durante toda la primera parte le faltó fluidez y le sobraron imprecisiones, así que lejos de imponerse al Teruel, se le vio incómodo y hasta desajustado en ocasiones frente a las incursiones por la banda izquierda de Aparicio, uno de los tres jugadores del Teruel formados en la Ciudad Deportiva y que fue una pesadilla para el lateral Marcos Luna. La mejor ocasión de toda la primera parte la tuvo el conjunto local en un cabezazo forzado del camerunés Emaná cerca de la media hora, mientras que el Zaragoza, al que sólo afiló Chavarría, no remató entre los tres palos.

A diferencia de los dos primeros amistosos, frente al Deportivo Aragón y el Lleida, Carcedo mantuvo en Pinilla el once titular tras el descanso y en el minuto 60 introdujo hasta diez cambios de golpe, pasando a formar con Rebollo -el único que continuó-; Fran Gámez, Francés, Nieto -otra vez central-, Lasure; Francho, Manu Molina, Vada; Larrazábal, Narváez y Mollejo.

El Zaragoza volvió del vestuario algo más revolucionado y al menos fue capaz de amenazar en dos ocasiones por medio de Iván Azón, al cabecear alto el primer córner que no sacó en corto Eugeni, y de Bermejo, en uno de sus clásicos caracoleos en la frontal del área.

El segundo once del Zaragoza, que buscó siempre el buen pie y la intención de Manu Molina, ya le creó más problemas al Teruel, aunque la mejor ocasión de la tarde fue producto de una grave pérdida de Aparicio. Pero, con todo a su favor, en el minuto 70 Vada acabó mandando fuera un pase de Narváez, tras un despeje del portero a remate inicial del colombiano. Un fallo estrepitoso prácticamente a puerta vacía.

Aún pudo el Zaragoza ganar el partido a cuatro minutos del final en un gran cabezazo picado de Nieto, a centro de Fran Gámez, que salvó Rubén en estirada felina. Pero lo cierto es que en Pinilla le costó bastante más que frente al Aragón y el Lleida.