El Tenerife congela el Tartiere

El Oviedo desperdició otra bala, esta importantísima, de dar el salto a los puestos de playoff de ascenso con una derrota dolorosa ante un Tenerife que supo aprovechar sus momentos. Reaccionó el equipo de Carrión en el segundo acto pero le faltó suerte, ya sea en al definición o con un colegiado, Sánchez López que desoyó al VAR y no señaló un penalti por agarrón a Borja Sánchez en la recta final.

Oviedo y Tenerife no tardaron en mostrar sus cartas. Los azules, con la pelota; los isleños, tratando de hacer daño con espacios, con Enric Gallego y Ángel buscando las cosquillas de los centrales azules.

Se le atascó desde el principio el partido a los de Carrión, aunque lograron acumular algunas llegadas de mérito ante la meta de Soriano. Un centro cerrado de Colombatto y un balón ganado por Luengo sin continuidad después por Alemao ni Moyano sirvieron para empezar a asustar. Pero la cosa se quedó ahí, a medio camino, con el Tenerife sin estar demasiado exigido.

Mellot avisó antes de la media hora del peligro de sus incorporaciones, pero no pudo enganchar un centro medido desde la derecha. La más clara, no obstante, llevó la firma de Luengo, que cabeceó al poste un centro de Jimmy.

Salvó esa el Tenerife y acertó con la suya, ya a los 35 minutos de juego. Fue un saque de banda visitante que conjugó una serie acertada de pases y un desajuste grave azul. Mellot llegó antes que nadie al área y disparó raso para superar la bota de Colombatto y la estirada de Leo Román. El 0-1 inclinaba el partido para el Tenerife.

Tras el descanso, el Oviedo se lanzó a por el empate. Tenía un playoff en juego, no le quedaba otra. Masca, novedad tras el descanso, avisó tan solo a los 10 segundos de volver con un chut que rozó el poste. Le siguió Alemao: control imposible y definición fallida arriba. Los siguientes intentos llegaron desde la frontal: Soriano despejó con apuros el tiro de Seoane, mientras que el de Moyano se fue al larguero.

Llegaron entonces los cambios en ambos equipos y el partido se tranquilizó, una ventaja para un Tenerife que solo había llegado en un cabezazo de Sergio. Carrión usó su último cambio para meter a Borja Sánchez que, de inmediato, se convertiría en protagonista. Recortó en el área tras hacerse con un balón sin dueño y cayó ante el agarrón de Buñuel. El colegiado dejó seguir pero recibió la recomendación del VAR de revisar su decisión. Vista la acción, se reafirmó en su primera impresión.

El golpe descolocó al Oviedo y enfureció al Tartiere. Siguió intentándolo el equipo de Carrión hasta el final pero no era el día. Ni Masca ni Bastón acertaron en las dos últimas.