El Tartiere medirá a dos ataques en problemas

El encuentro entre Real Oviedo y Real Valladolid vendrá a ser un nuevo duelo de confraternidad, entre dos equipos cuyas aficiones sienten simpatía por quien será su rival este domingo. Porque, filias al margen, una vez ruede el balón, esa rivalidad existirá; más cuando ambos equipos llegan necesitados de tres puntos sanadores, los unos, porque todavía no conocen la victoria, y los otros, porque aunque la conocieron la pasada jornada, necesitan refrendar la tímida mejoría en sensaciones con una mayor y con tres nuevos puntos.

La papeleta, aunque suene a tópico, no será fácil; de hecho, puede llegar a tildarse así lo visto en el campo, a tenor de los partidos precedentes, en los que a carbayones y blanquivioletas les ha costado un mundo hacer gol, cuando no, incluso amenazar la portería rival. Tanto es así que el equipo ovetense no ha marcado más que dos goles, mientras que el vallisoletano no ha sido capaz de ver portería fuera de casa y, para más inri, lleva sin hacerlo en acción dinámica desde la primera fecha, cuando hizo lo propio contra el Real Sporting.

Así, aunque Cédric rompió el mal fario ante el Cartagena, en un enfrentamiento en el que la producción ofensiva y la calidad en su generación mejoró respecto al precedente más cercano, contra el Elche, al que solo se le amenazó con claridad a pelota parada, los pucelanos están obligados a dar un paso adelante en lo que a creatividad se refiere y tanto o más en la finura a la hora de definir, una carencia que expuso contra el Efesé principalmente Sylla, que si bien fue quien más oportunidades tuvo, fue también el que más marró, con un disparo al larguero y un uno para uno en el que no atinó en el disparo.

Por su parte, el equipo de Álvaro Cervera está lejos de sus mejores prestaciones, de un potencial que aparentemente tiene y que sí mostró el pasado curso con la llegada del entrenador al Carlos Tartiere. No en vano, aunque se manejó en resultados cortos entonces, sí se vieron unas mejores prestaciones que las actuales, ya que el Real Oviedo es, hoy día, el equipo que menos goles marca, apenas dos, además de ser el que menos veces dispara a portería, con un exiguo dato de 1,6 tiros por partido.