El Sporting se deja dos puntos ante un Málaga moribundo

El Sporting no se aprovechó de la caída libre del Málaga. Los asturianos regalaron un punto a su oponente y dejaron de sumar dos por su falta de ambición y de atención en la jugada del 1-1 en que Mariño falló al no interceptar un balón procedente de un córner lanzado por Cristian. Juande marcó a placer. Yáñez a los 93 evitó el 1-2 de Djuka. Cristo fue el autor del 0-1. El Sporting suma y el Málaga se hunde un poco más.

Hay que decir que los asturianos supieron adaptarse a una cantidad de bajas tremendas que obligaron al técnico, Abelardo, a tirar del filial. Tan fácil lo vieron que se dejaron empatar. A los 93′ Rubén Yáñez salvó un punto para el Málaga a disparo de Djuka. Puso ser el 1-2. Pero no lo fue. Al menos el equipo gijonés suma mientras que el Málaga se hunde cada vez más y es severo candidato para descender a Primera Federación.

El Málaga sale con muchos nervios, aceleración y con el dedo acusador de una grada que está muy quemada. Dos amonestados en menos de un cuarto de hora, Juande y Luis Muñoz y Hervías, único extremo derecho, pendiente de trabajo defensivo. Bustinza, fichado como central polivalente como lateral derecho, colocado por la izquierda porque no hay otra cosa…los fenómenos que planificaron esta plantilla y se creyeron que ascendería a Primera de paseo por las nubes se han cubierto de medallas…

El Sporting, con bajas pero más alejado de las penurias de su alicaído oponente, esperaba su momento con paciencia. Un ajedrecista que tiene mejor posición pese a jugar con negras. A los 30′ Yáñez bloca un disparo lejano de Juan Otero. Después lo de siempre. Internada por su derecha de Pol Valentín, que se va de todos como Pedro por su casa de Cristian. Pilla a Bustinza comprando lotería y a Juande pisando uvas. Como Escassi está en otras cosas, el 22 del Sporting centra a placer y Cristo clava el 0-1. La Rosaleda, una vez más, noqueada.

Los asturianos juegan a placer en un escenario con un público que pasa de la pasión a la tragicomedia. A los 44′ el VAR no observa penalti en una acción de Escassi sobre Jordan Carrillo. Pues lo era. La grada pita a los suyos cuando se alcanza el descanso. De manera tenue porque se reservaba para la previsible bronca final. La paciente afición malaguista está harta de estar harta.

El partido transcurría de manera desesperante para el Málaga y profesional para los asturianos con su presión alta y mono de trabajo para sentenciar a un Málaga con Rubén Castro anulado y desmotivado ni remataba. Mel, en pleno proceso de descomposición, decide quitar a Luis Muñoz, tras librarse de la segunda amarilla. A los 62′ Mariño hace su primera parada a un testarazo de Chavarría. Primera ocasión malaguista.

Con Rubén Castro inhibido, el arsenal ofensivo del Málaga era solo Cristian y las ganas del veterano Chavarría, llamados a romper la placidez con la que jugaba el Sporting. El tiempo volaba y la ‘torcida’ local seguía callada porque los suyos no le dan motivos para emocionarse. Con pulmones y tristeza llegaron los cánticos contra el director deportivo, Manolo Gaspar, responsable de haber confeccionado esta plantilla que lleva al Málaga al desastre.

Tan fácil lo vio el Sporting que permitió a un adversario moribundo equilibrar el partido. Tras el saque de un córner ejecutado por Cristian Mariño falla clamorosamente y Juande, solo empuja a la red. Un inesperado 1-1 a los 86′ que nadie se creía. Ni Djuka que a los 93 salvó un gol de Djuka con una espléndida intervención. El Sporting, que fue mejor, perdió dos puntos se mire por donde se mire. El Málaga se hunde.