El Sardinero sigue inexpugnable

Definitivamente, no es lo mismo en casa que fuera. El Racing es feliz con su gente, en su estadio. Los de José Alberto han vuelto a mostrar su fortaleza en casa y siguen con su idilio de cinco partidos en los que llevan cuatro victorias y un empate. Este último ante un Sporting que llegó acompañado por 4.000 de los suyos y en los puestos de Play Off.

El partido comenzó con un susto, Arana se dio un choque de cabeza con Rober Pier que lo dejó noqueado. Aunque él insistió a José Alberto de que no lo quitase, el doctor José Fernández-Dívar quiso ser prudente y que fuera sustituido. Ekain, que hizo un calentamiento exprés, entró en su lugar a los 6 minutos. Arana, aunque luego estuvo bien y fue a celebrar la victoria, fue a hacerse pruebas.

En el 28 llegó la acción que abrió la lata. Presión alta, apertura de Vicente hacia Ekain a la derecha, Yáñez sacó la pierna derecha al disparo del de Durango y el rechace a un Andrés Martín que, con la zurda y al palo largo, puso el 1-0 en el luminoso.

3 minutos más tarde llegó la réplica del Sporting. Hassan, que entró como cuchillo en mantequilla por banda derecha ante el ‘reculamiento’ eterno de Saúl García, logró poner el pase atrás para que Gaspar batiera a placer a Jokin Ezkieta.

El partido tuvo muchos estímulos, con un ritmo de Primera División y constantes transiciones en ambos equipos. Ezkieta y Yáñez no hicieron paradones, pero tuvieron que trabajar ante las llegadas de sus respectivos atacantes contrarios. La banda izquierda del Racing (y derecha del Sporting) protagonizó el ataque. Hassan y Vicente (cambiando el perfil hacia Andrés Martín) llevaron la batuta de los ataques.

Tras el descanso, el Racing salió mucho más enchufado, tanto que Iñigo Vicente sacó su varita para encontrar a Peque en el área que armó rápido la pierna y con un derechazo puso el 2-1 en el 47. Siguió viniéndose el equipo de José Alberto con un par de remates de Ekain que levantaron al público de sus asientos.

Cuando parecía que controlaba el partido el Racing, otra jugada por banda derecha del equipo de Ramírez y donde tuvieron acierto. Centro al área, Grenier miró la pelota y Gaspar Campos, a su espalda y con un testarazo volvió a poner tablas.

En el mayor vértigo del partido, Ekain, en la enésima ocasión que tuvo, se encontró con el gol. El protagonista de la jugada fue el gusano Iñigo Vicente. Con un pase magistral, a lo Messi (no me he venido arriba) encontró a Dani Fernández, que asistó a Ekain, que puso el 3-2.

Tras la revolución (hasta 8 cambios) que José Alberto hizo en el Heliodoro Rodríguez López, con la vuelta a El Sardinero llegó la calma y el Racing volvió a la esencia. Con la portería, defensa y zona de ‘tres cuartos’ habitual, el capitán Íñigo le ganó la partida a Morante en el medio para acompañar a Grenier y el ariete Juanca Arana se impuso a Ekain.

Miguel Ángel Ramírez, por su parte, repitió la alineación de la victoria en Huesca con la salvedad de la entrada de Rober Pier por Insua. Con respecto al último choque, Nacho Méndez le ganó la partida en el centro del campo a Christian Rivera. Cote se impuso a Pablo García en el lateral zurdo mientras que Campuzano, en vez de Djuka, acompañó a Juan Otero arriba.

Se vivió un ambiente festivo en Los Campos de Sport de El Sardinero, que presentaron una entrada de 19.356 espectadores, de los cuales casi 4.000 lo hacían ataviados con uniforme del Sporting. El Racing colgó el cartel de ‘no hay billetes’ de madrugada, cuando se agotaron todas las disponibles vía web. La Gradona de los Malditos recibió a los suyos con un tifo.

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