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El Racing recurre la roja de Juergen

Si Competición no retira la expulsión, el castigo puede ir de cuatro a 12 partidos si cataloga su falta como grave o de uno a tres si lo califica como leve

DAVID GONZALEZDiarioAS

Tras la alegría del triunfo del Racing sobre el Levante, en las oficinas de El Sardinero siguen jugando el partido. Ahora, vía recurso a los comités federativos para intentar evitar, o cuanto menos, minimizar la sanción que le pueda caer a Juergen Elitim por la expulsión que sufrió en el 87′, tras ser sustituido, cuando ya estaba fuera del terreno de juego. El equipo santanderino, de momento, sin esperar al fallo de Competición, ya ha presentado un recurso a la tarjeta rota, para intentar convertirla en amarilla. No lo van a tener fácil porque el árbitro cargó la mano contra el colombiano en la redacción del acta, al acusar a Juergen de irse del campo “aplaudiendo de manera provocativa durante 10-15 metros, en forma de mofa a todos los aficionados locales..., continuó con estas provocaciones lo cual derivó en una tangana entre jugadores de ambos equipos, todo esto provocado por el jugador en cuestión”.

El problema puede ser más grave para los racinguistas dependiendo de si el comité federativo aplica el Artículo 98 del Código disciplinario de la RFEF, para los casos graves de provocación al público: ‘Provocar la animosidad del público obteniendo tal propósito..., se sancionará con suspensión de cuatro a doce partidos’. En cambio, si Competición ve una provocación al público de carácter leve aplicará el Artículo 128: ‘Provocar la animosidad del público sin conseguir lo pretendido, se sancionará con suspensión de uno a tres partidos o por tiempo de hasta un mes’. La clave es qué considera el juez que es ‘obtener lo pretendido’, que es la única diferencia entre ambos artículos. La animosidad, entendida como hostilidad o antipatía, del público contra él resultó evidente, pero no hubo lanzamiento de objetos ni nada parecido, por ejemplo.

El futbolista, por su parte, nada más terminar el partido grabó un vídeo en el que pedía disculpas por lo que Juergen Elitim entendía como un malentendido: “Me he girado para aplaudir a los míos, a la gente del Racing, que estaba en la esquina. Pido disculpas por las malas interpretaciones, nunca he querido provocar a nadie ni ir más allá. Seguro que no volverá a pasar”. Lo cierto es que, más allá de que se pueda opinar si los aplausos iban dirigidos “a la gente del Racing” como dice el colombiano, o “a todos los aficionados locales” como redactó en el acta el árbitro, Juergen no hace otra cosa que aplaudir y en las imágenes de la retransmisión televisiva se ve como insiste una y otra vez tras la expulsión a su delegado, Delfín Calzada, y a su entrenador, Guillermo Fernández Romo, que “no he hecho nada, no he hecho nada”. Dicho esto, también se ve claramente, volvió a aplaudir, esta vez a los espectadores que estaban detrás de los banquillos.

Una tangana, dos culpables

El colegiado del partido, Gálvez Rascón, acusa directamente a Juergen de haber provocado la tangana que se produjo en el túnel de vestuarios, justo cuando el colombiano era conducido por su delegado hacia la caseta del equipo visitante. Sin embargo, en el apartado de NO CONVOCADOS, el trencilla encuentra otro culpable, Mustafi: "D. Skhodran Mustafi, que no estaba convocado, salió de dicho túnel, recriminando la actitud del jugador rival, produciendo con ello una confrontación de ambos equipos. Dicho jugador ya había sido advertido momentos antes de que no podía estar ahí y que debía abandonar dicha zona, haciendo caso omiso ya que momentos después provocó dicho altercado". Entonces, ¿quién provocó el altercado en el túnel? Según el apartado del acta que se lea, Juergen o Mustafi.

David Gálvez Rascón, del comité madrileño, y Juergen, dos de los protagonistas del Levante-Racing. DAVID GONZALEZDiarioAS

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