El Racing pone la directa a Primera y ahonda la crisis del Cádiz

Este Racing tiene mucha pinta de Primera. Sí, no se ha jugado ni un tercio de la temporada, pero el equipo de José Alberto sigue cobrándose víctimas por donde pasa, el último, el Cádiz (0-1), con un juego sin florituras, sabiendo cuando atacar y cuando defender. Casi 44 años llevaban sin ganar en el Mirandilla (antes Carranza), pero a este equipo no se le pone nada por delante. Arana, a pase de Íñigo Vicente, decidió el partido. Ya son cinco victorias en cinco visitas y una renta que va creciendo en el primer puesto. De los de Paco López, poco se puede decir. Siguen sin ser constantes (la primera parte no fue mala) y no logran ser el equipo que pretende su entrenador. Ante los cántabros falló incluso lo que no fallaba hasta hoy, el ataque.

Paco López se afanó durante esta semana en inculcar a los suyos que la mejoría está en un buen balance defensivo (en casa llevaba una media de dos goles en contra por partido). Los errores están condenando a los amarillos en este inicio de curso y ante el Racing, líder e intratable fuera de casa donde hasta la fecha lo había ganado todo, la prueba iba a ser dura. El partido comenzó bien para los amarillos en este aspecto, con una presión alta y constante, con Chust y Fali atentos a los movimientos de los delanteros rivales y con movilidad por banda.

Esta última premisa es una constante ya en el Cádiz y todo a través de Ocampo. Cuando el uruguayo la tiene, el rival recula. Michelin, el encargado de bailar con el 10, le sufrió una y otra vez por la banda izquierda hasta su lesión. Las mejores opciones de los de Paco llegaron desde este punto, pero Carlos Fernández desaprovechó cada regalo del uruguayo. A destacar uno clamoroso, con Ezkieta ya vendido y toda la portería para el ariete. Su flojo golpeo acabó en despeje de Mario García, lanzándose con todo. A pesar del tímido remate, no quitamos mérito al lateral.

El Racing también tuvo sus opciones. El líder lo hace fácil, puede sufrir y soportarlo a las mil maravillas, que se repone en dos genialidades del mago que juega al fútbol en su equipo con el 10 en la camiseta. Íñigo Vicente fue el caudal de juego de los cántabros, contemporizando o dando velocidad cuando la jugada lo requería. Pablo Rodríguez y sobre todo Sangalli, tuvieron opciones de gol en los minutos finales de la primera mitad.

Todo lo bien que había comenzado el Cádiz en la primera mitad, fue tornando en nubarrones en la segunda. Un error de Chust en la salida de balón casi acaba en gol de Andrés Martín, evitado por una gran intervención de David Gil. El runrún comenzó a sonar en la grada, justo cuando las sensaciones de los de Paco López comenzaban a ser peores. Y es que a partir del error de Chust, el equipo dio dos pasos atrás, renunció al balón y el nerviosismo comenzó a apoderarse de los locales.

Los de José Alberto, casi sin buscarlo, se encontraron con la opción de hacer daño. Y fue en botas de Íñigo Vicente, con un envío medido a la cabeza de Arana, cuando los visitantes se pusieron por delante en el marcador. El delantero festejaba así su reciente renovación, en un córner, por cierto, pésimamente defendido por los locales.

Al Cádiz le costó reconectar. Paco López cambió el dibujo para pasar a jugar con tres centrales, y los amarillos consiguieron meterse en el partido, aunque más que por juego, por individualidades. Ontiveros se puso el mono de trabajo por su banda e intentó una y otra vez internarse para crear peligro. La sala de máquinas sigue sin funcionar. Algo de Kouamé y poco de Alcaraz no da para sacar puntos. No hubo opción. El Racing se llevó los tres puntos casi sin despeinarse y apuntalan su liderato. El Cádiz, en cambio, acabará la jornada en descenso si ganan Racing de Ferrol y Almería.

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