RACING DE FERROL

El Racing de Ferrol, una amenaza colectiva

Cada vez son más los jugadores que se suman a la causa y demuestran que tienen sitio en este equipo. Sabin Merino entró por la puerta grande del gol y Vadillo avanza ofreciendo minutos de calidad.

TINI FOTOGRAFÍA

El colectivo está por encima de los individual es una máxima reconocida en la cultura de trabajo del Racing de Ferrol. No hay estrellas, hay equipo. Tras 18 jornadas de campeonato disputadas con ningún jugador por encima de otro, Cristóbal Parralo ha conseguido formar una espiral de trabajo que está dando sus frutos y demuestra que no existen límites para ningún futbolista. El técnico cordobés volvió a dar una oportunidad a Vadillo que jugó durante el primer tiempo al Albacete y sigue creciendo, aunque las circunstancias del partido hicieron que incluyese más madera en la delantera, y ahí apareció Sabin Merino que estuvo demoledor de cara a portería haciendo historia en su trayectoria profesional con su primer hat-trick.

A pesar de los numerosos fallos que se cometieron el pasado domingo en un partido loco entre Racing y Albacete, juegue quien juegue en este equipo en mayor o menor medida y con diferentes matices, el nivel no se resiente. Volvió a tener unos buenos minutos Manu Justo que poco a poco cada vez va entrando más, Josep Señé está realizando una de las temporadas más completas de su carrera y Jesús Bernal, con el mono de trabajo ya sea de mediocentro o de central, es un futbolista fundamental en el engranaje del equipo. Igual que Álex López con menos protagonismo sobre el terreno de juego, volvió a participar aportando su particular pundonor y es una pieza clave para mantener la cohesión del vestuario de los gallegos.

Nadie se queda atrás en un equipo que cada uno conoce su función y sabe la dirección correcta en la que remar participe más o participe menos. Carlos Vicente, centro de los focos de los rumores en los últimos tiempos, está realizando un trabajo en la sombra que no brilla tanto de cara al público, pero su presencia y esfuerzo a nivel colectivo se está haciendo cada vez mayor. Un gran ejemplo de ello fue su derroche en Leganés, siendo la única referencia ofensiva y de los más exigidos en defensa para conseguir amarrar el punto.

Todos a una

Jugadores que ahora cuentan con un rol diferente al de la temporada pasada como Fran Manzanara, Manu Justo o Gazzaniga están siendo un gran pegamento de grupo porque a pesar de no jugar, son los que más mantienen la esencia positiva dentro de la plantilla y no bajan el nivel de sus entrenamientos para que no repercuta en la calidad e intensidad del colectivo. Para todo este trabajo como dice Cristóbal Parralo, deben seguir creciendo sin conformarse y para ello tienen el justo premio de conseguir codearse con los más grandes de la categoría, situados en playoff con 31 puntos a uno del ascenso directo y 15 por encima del descenso. Estos son los soldados de Cristóbal Parralo, un grupo comprometido que no deja a nadie atrás y que aún tiene mucho que decir en una categoría en la que han irrumpido de forma sobresaliente.

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