El Racing de Ferrol pende de un hilo para optar a la permanencia

Restan 14 jornadas para el Racing de Ferrol para obrar el milagro de mantener su puesto en Segunda División. Siguen pasando los partidos, pero en ningún momento sale a relucir ningún atisbo de que el conjunto ferrolano pueda ser un serio candidato a conseguir la permanencia. El cambio en el banquillo generó un oasis en pleno desierto con la victoria en la visita al Levante en el debut de Alejandro Menéndez, pero desde entonces, el equipo acumula cuatro derrotas consecutivas.

En la peor racha de resultados de la temporada el Racing de Ferrol está cavando su propia tumba rumbo a Primera RFEF. Es evidente que esta situación va más allá de quién se siente en el banquillo, porque ni Cristóbal Parralo primero, ni tampoco Alejandro Menéndez mes y medio después de su llegada, han conseguido exprimir un rendimiento óptimo para que la plantilla responda a las exigencias de la categoría de plata.

Tras caer en la visita ante el Huesca (3-1) el demérito de los rivales mantiene al Racing de Ferrol a 11 puntos de la permanencia. Los fallos del Burgos dejan a los gallegos a casi cuatro partidos de diferencia, pero más allá de las distancias, lo cierto es que el equipo no exhibe constantes vitales sobre el terreno de juego para creer que es posible soñar con una heroica remontada. Excesivas carencias en defensa siendo el segundo equipo que más encaja con 45 dianas en contra, sumado a ser junto al Cartagena el grupo que menos goles marca con 18 a su favor, condenan al Racing de Ferrol a ser un habitual inquilino en los puestos de descenso.

Las cuentas que restan por delante para el Racing de Ferrol en el reto de conseguir el milagro de la permanencia son una cuesta cada vez más empinada. Y es que, teniendo en cuenta que la línea de vida para conseguir la salvación son aproximadamente los 50 puntos, el conjunto ferrolano, en las 14 jornadas que le restan por disputar, necesitaría sumar más del 70% de los puntos que restan en juego. Un reto ampliamente complicado, vistos los argumentos que muestra el equipo sobre el terreno de juego jornada tras jornada.

La delicada situación deportiva que golpea al Racing de Ferrol vislumbra un final de campeonato muy complicado para el entorno del club. Después de realizar una notable campaña en la vuelta a la categoría el pasado ejercicio firmando la permanencia en el mes de marzo, un año después la situación es bien distinta, con un panorama en el que es muy difícil vislumbrar alguna luz de esperanza para las opciones de vida del equipo. El próximo miércoles llega la bala extra frente al Burgos en el partido aplazado por temporal el pasado mes de enero, ante el equipo que marca los puestos de permanencia y que podría ser el último tren de esperanza para los ferrolanos.

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