El Pucela se da un baño de multitudes

A pesar de la mañana desapacible y de unas temperaturas más invernales que primaverales, la afición del Real Valladolid no se quiso perder el entrenamiento a puerta abierta celebrada en Los Anexos, al que acudieron múltiples familias. En la línea de lo que ya sucediera en Navidad, cuando se aprovechó también una sesión celebrada en un periodo de vacaciones de los más pequeños, el club animó a asistir a los ejercicios dirigidos por Paulo Pezzolano, congregando a gran público.

Como suele suceder en el primer entrenamiento de la semana, los titulares en el último encuentro hicieron trabajos de recuperación, mientras que los suplentes y no participantes estuvieron a un mayor ritmo que ellos. Junto a ellos, fue posible ver en diferentes ejercicios a unos cuantos futbolistas de la cantera, caso de los porteros Arnau Rafús, Fer Pérez o David Ortega o de jugadores de campo como Koke, Chuki o Manu Pozo, integrantes del Promesas.

Entretanto, no se ejercitó Amath, cuya lesión fue confirmada horas después por los servicios del club, y quien estará alrededor de tres semanas de baja después de ausentarse ya contra el Eibar, así como Garri y Anuar, a quienes se les vio haciendo ejercicios de recuperación de sus respectivas dolencias en el campo anexo al principal en el que Pezzolano dirigió las operaciones. Stipe Biuk, por su parte, sigue ausente al encontrarse con la selección sub’21 de Croacia.

Una vez la actividad se detuvo, fue el turno para los escolares, que realizaron sus peticiones de fotos y autógrafos a los jugadores y cuerpo técnico en un ambiente distendido, en el que algunos futbolistas que habían salido en el once contra el Eibar, y que habían estado previamente ejercitándose en el gimnasio, caso Masip, Luis Pérez, Lucas Rosa, Torres, Meseguer, Sylla o Negredo, se sumaron a sus compañeros para corresponder al cariño recibido de los más ‘peques’.

Como sus futbolistas, Paulo Pezzolano también desfiló junto a las vallas y compartió momentos con los aficionados más jóvenes congregados en Los Anexos, con los que se sacó más de un ‘selfie’. La nota negativa, sin embargo, llegó cuando la sesión había tocado a su fin y, mientras se iba, varias personas increparon al técnico, que respondió reprendiéndoles. Bruno Mazziotti, gerente global del fútbol, abandonaba los campos de entrenamiento a continuación y medió para alejar al entrenador de la zona, mentras aquellas personas, y alguna que otra más, seguía dirigiéndose de malos modos al uruguayo, una situación que no debió empañar una jornada festiva y, hasta entonces, de anhelada normalidad.

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