El Oviedo sigue intratable en casa y da la bienvenida a Ramis a Segunda

El Oviedo dejó atrás sus penas de la eliminación copera para darle la bienvenida no muy amistosa a Ramis, 3-1, y dejarle claro que en Segunda, las áreas deciden. Le costó a los azules entrar en el partido, pero cuando lo hicieron se mostraron con la contundencia de los últimos choques en el Tartiere, ya son cinco victorias seguidas en casa y el Burgos solo es una víctima más de un equipo, el de Calleja, que sigue creciendo en la competición apoyándose en un ataque con muchas alternativas.

Aunque el Oviedo entró al partido con más reservas que un Burgos que trató de jugar con naturalidad, con el 4-4-2 sobre el papel que Ramis heredó de Bolo, pero con Curro moviéndose con libertad, apareciendo en el medio para generar superioridades y llevar el peso ante un Oviedo demasiado apático.

Antes del minuto de juego, Florian Miguel ya había advertido con un derechazo lejano, y poco después Borja Sánchez lo intentaba para inaugurar su regreso a su casa. Aarón volvió a intervenir ante otro centro de Miguel desde la banda zurda. Lemos, para más desgracia local, había sido sustituido por lesión al poco de empezar.

Tras un intento de Cazorla, el Burgos encontró su premio. Fue Fer Niño en una acertada maniobra en el área que contó con Sancris como asistente y con la defensa del Oviedo como colaboradora.

El 0-1 acentuó el nerviosismo de un Tartiere que venía ya algo mosqueado por la eliminación copera, pero el Oviedo se agarró a la estrategia para compensar. Centró Cazorla, despejó la defensa y Luengo, el más listo, remató a gol un par de minutos antes del descanso. Un tanto con efectos tranquilizantes para la grada.

Tras el receso, el Oviedo quiso más. No tardó en demostrarlo. Primero, con un centro sin rematador de Rahim. Después, con un envío de Chaira que Hassan remató de testa. Por último, en ese arreón inicial, con una ocasión de Alemao que se perdió entre regate y regate. Entre medias pudo golpear el Burgos, pero Calvo despejó en el área un peligroso envío de Sancris tras conducir una rápida contra.

El dominio fue tiñéndose de azul más y más intenso, y Calleja le dio más consistencia con los cambios. Sibo aportando músculo y Paraschiv para probar nuevas cosas arriba. El acierto de la reforma se vio pronto, a los 72′, cuando un centro tocado de Cazorla fue cabeceado por Paraschiv directamente a la red.

A partir de ahí, el Burgos se echó hacia adelante y pudo igualar si no fuera porque Calvo se interpuso al último pase, el definitivo, otra vez de Sancris. Trató de dormir el choque el Oviedo protegiendo el balón, algo que solo logró a ratos, pero también supo protegerse cuando tocó. El partido no llegó agonizante al final, porque el Oviedo lo cerró antes. Una gran acción de Moyano fue culminada por Chaira para hacer el tercero, regresar al equipo azul a la zona VIP y dejarle las cosas claras a Ramis desde el principio.