El Oviedo lanza un dardo al Ayuntamiento de la ciudad

Mientras Luis Carrión sigue su trabajo firme día a día en El Requexón y los despachos azules echan humo en busca de soluciones para mejorar la plantilla, el Grupo Pachuca, máximo accionista del Oviedo, quiere avanzar en su idea de club completo en cada área. Por eso, las reformas del Carlos Tartiere y una nueva ciudad deportiva ocupan sus puntos del día para hacer del Oviedo un club más modernizado. Pero en ese intento del dueño por lograr mejorar la entidad, se están encontrando alguna dificultades en la relación con el Ayuntamiento de la ciudad.

“Vamos caminando, pero estamos un poco frustrados porque quisiéramos que las cosas fueran diferentes. Las cosas no caminan a la velocidad que nosotros queremos. Hubo que hacer un estudio previo para poner los videomarcadores y un plan de viabilidad que, por supuesto, pagó el propio club, y eso que el estadio no es nuestro. Ahora nos exigen una deuda de entre 150.000 y 200.000 euros por mantenimiento y adecuación de las instalaciones del campo”, explicó el presidente del Oviedo Martín Peláez en su intervención ante los medios con ocasión de la presentación de Jonathan Dubasin, el primer fichaje cerrado por los azules en el actual mercado de invierno.

El máximo dirigente de los azules continuó con la exposición de los hechos según el punto de vista de la entidad carbayona. “En todas las reuniones que hemos tenido con el concejal de Urbanismo”, dijo en alusión a Nacho Cuesta, “siempre ha existido buena voluntad por su parte pero pocos hechos. Trasladarle estas circunstancias a México es complicado. Les decimos que queremos invertir en determinados asuntos, pero cuando no podemos liberar una cosa tan sencilla…”. Siguió Peláez con sus argumentos: “Y no digo sencilla porque sea poco dinero, sino porque respecto a la inversión que el grupo quiere hacer en el Tartiere nos genera mucha frustración y debería poder resolverse”.

Quiso matizar el presidente que la relación con el Alcalde, Nacho Cuesta, es “excelente”, pero lamenta los tiempos. Las primeras fricciones surgieron con el estadio pero el principal desencuentro entre las partes surge por la creación de una nueva ciudad deportiva. El Oviedo eligió los terrenos en Latores, dentro del municipio, para levantar una nueva ciudad deportiva modernizada y poder abandonar El Requexón y las incomodidades que el club encuentra allí en el día a día.

Problemas en la ciudad deportiva

Una vez elegida la zona y contando con los encargados de diseñarla, se ha encontrado con que los plazos no son tan ágiles como se preveía en un inicio. Después de analizar hace meses la futura construcción de la ciudad deportiva no se han dado avances, de ahí el malestar del club azul con el Ayuntamiento, al considerar que todo han sido buenas palabras pero que a la hora de la verdad no se han observado avances en este asunto por los numerosos problemas burocráticos.

El club sigue en contacto con el Ayuntamiento con la esperanza de que los problemas surgidos, el último con el mantenimiento del Carlos Tartiere, puedan quedar solucionados y el Oviedo siga avanzando hacia un modelo de club más moderno.