El Oviedo cumple, pero debe esperar, y condena al Andorra, ya descendido

El Tartiere soñó durante minutos con cerrar el pase del Oviedo al playoff pero deberá esperar a la última jornada, en Eibar. Pero sí se convirtió de forma matemática en la tumba de un Andorra que emprendió su camino en el fútbol profesional precisamente en la capital asturiana hace dos cursos. Ganó el Oviedo, goleó a su rival (3-0) en una segunda parte en la que mostró pegada y cerró un capítulo, el del descenso del Andorra, pero mantiene uno en vilo: el del Oviedo y la promoción de ascenso.

A pesar de que la situación amenazaba con ahogarle, el Andorra salió mejor puesto al imponente estadio del Tartiere, con la mejor entrada de la temporada. Ya desde que Lobete amenazó con un zurdazo a la nubes se intuía que el guion sonreía a los visitantes.

Y eso que pudo adelantarse el Oviedo en una gran maniobra de Borja Sánchez en el área: control perfecto a centro de Seoane y disparo, no tan fino, que salió junto al poste. Fue una acción aislada dentro de un partido en el que el Andorra parecía siempre llevar más peligro que su rival.

Para el Oviedo llegó un mazazo, este emocional, antes de la media hora. Santi Cazorla, que había estado durante la semana entre algodones, tuvo que abandonar el terreno de juego por molestias físicas. Entró Paulino en su lugar, pero fue un palo duro de digerir para todos: equipo y afición.

La más clara antes del intermedio fue del Andorra, otra vez con Lobete, destino de cada balón rechazado. Su derechazo se fue muy cerca de la meta defendida por Román. Tras una primera parte de mínimas, con un Andorra algo mejor, todo quedaba para el segundo acto.

No tardó en agitarse el asunto. Un minuto. Jugó en largo Román a la disputa de Alemao y Colombatto se sumó para ganar el balón sin dueño. La pelota llegó a Masca que definió con calidad al palo largo para sacar al Tartiere del estado de nerviosismo en el que se encontraba.

Tampoco el tanto logró relajar de todo al Oviedo, consciente de todo lo que tenía en juego. Tras un par de acercamientos del Andorra, movió el banquillo Carrión y el Oviedo mejoró. Amagó Alemao en un centro de Pomares. Y golpeó Paulino, más rápido que nadie para encontrar un balón caído en el área. El 2-0 sí dejó KO al Andorra, en sus últimos minutos como equipo matemáticamente de Segunda.

Llegó el tercero ya en el tramo final, cuando ya se intuía que no sería una clasificación directa esta jornada por ir ganando el Sporting. Fue otra vez Paulino, este con la zurda. La fiesta fue contenida en el Tartiere por la espera a lo que pase la semana que viene en Ipurua. Sí fue la confirmación de que el Andorra, el proyecto capitaneado por Piqué, solo ha podido alargar dos años su primera estancia en el fútbol profesional.