El Molinón, un campo de gratos recuerdos
Allí se clasificó por segunda vez a la UEFA, se puntuó en la mayoría de sus visitas o se ganó con el interinato de Sesé Rivero en el banquillo.
Hay muchas razones que confirman que el El Molinón-Quini es un estadio talismán para el Tenerife. Allí, los blanquiazules han sumado en más de la mitad de sus visitas, se clasificaron por segunda vez a la Copa UEFA y han conseguido victorias en momentos más que complicados. Además, Eric regresa al estadio donde anotó por última vez en la península.
Han sido 31 las ocasiones que los tinerfeños visitaron Gijón: Diez en Primera División, 18 en Segunda y tres en Copa del Rey con un buen balance ya que han puntuado 16 veces: nueve victorias, siete empates -solo uno fue 0-0-, y 15 derrotas. La última, eso sí, rompe un poco el entusiasmo ya que se perdió 1-0 en febrero pasado.
Sin embargo, antes hay encuentros inolvidables. Como el del 25 de mayo de 1996 cuando se clasificó por segunda vez a la Copa UEFA al ganar 0-2 con goles de Aguilera y Pinilla. Mismo marcador que se cosechó en abril de 2010 (tantos de Román Martínez y Alfaro) en el único triunfo como visitante del último paso por la élite.
También ejerció de campo talismán en el partido disputado en noviembre de 2019. La directiva blanquiazul había prescindido días antes de López Garai y Sesé se hizo cargo de manera interina para triunfar gracias a los aciertos de Suso, de penalti y Dani Gómez.
Además, Enric Gallego regresa a donde fue feliz ya que en Gijón anotó su primer doblete con la camiseta del Tenerife para remontar y ganar 1-2. Aquellos son, además, los últimos dos tantos que el ariete catalán logró en la península. Desde entonces han pasado ya 18 meses (marzo de 2022).
La primera ocasión en la que Sporting y Tenerife se vieron las caras ocurrió el 15 de enero de 1967 y la victoria fue aplastante para los rojiblancos: 3-0 gracias a los dos goles de Solabarrieta y a otro de Amengual. Luego, lentamente, la historia se iría enderezando en favor de los blanquiazules.