El Mirandés saca petróleo de Andorra

Ocho partidos llevaba sin perder el Andorra hasta que llegó el Mirandés al Estadi Nacional. Ganaron los visitantes, con un único gol de penalti, suficiente para rubricar la tercera victoria consecutiva y espantar los fantasmas del descenso. Fue un partido competido, con alternativas en el juego, y que pudo perfectamente caer de cualquier lado. El Andorra tuvo al final de la primera parte y a mediados de la segunda unos tramos de buen fútbol y numerosas ocasiones, pero no marcaron. Al final del partido, con metros para correr y tras los cambios de Etxeberria (que fueron clave) el Mirandés mató el partido.

El Mirandés logró algo inaudito en las 37 jornadas anteriores de Liga: no sólo le robó el balón al Andorra, sino que lo encerró en su campo. Durante los primeros 15 minutos fueron amos y señores del partido, sin conseguir sin embargo adelantarse en el marcador. Prados disparó ligeramente desviado en la mejor acción de un Mirandés insultantemente cómodo en el arranque.

La situación se normalizó con el paso del tiempo, con un Andorra ya más calmado y, ahora sí, con mucho más control del partido. Porque dieron un paso adelante, pero también porque el Mirandés bajó una marcha. Les esperaron más atrás, siempre atentos para saltar a la presión, manteniendo el peligro ahora con campo por delante. Obligaron al Andorra a jugar más directo, que no es lo suyo, con Germán Valera como el jugador más activo. Juanlu le ató en corto. La sensación, claramente, fue que el partido estaba donde quería el Mirandés.

Poco a poco, sin embargo, el Andorra fue acercándose a la meta defendida por Herrero. Algo tímido, a veces a balón parado, pero rondando ya la portería rival. Y cada vez con peores intenciones. ‘Alti’ generó mucho peligro por su banda y Bakis, en el 38′ tuvo la más clara de los tricolores tras una excelente jugada colectiva. Del lado visitante, Raúl García de Haro, amenazó en alguna ocasión a Mármol y Pastor. Sergio Molina probó a Herrero desde lejos y Pastor pudo también marcar. El Andorra ya había recuperado su identidad. Pese a ello, el marcador no se movió antes del descanso.

Los buenos minutos de los locales al final de la primera parte no tuvieron continuidad en la segunda. Al Mirandés le sentó bien el descanso, ajustando su defensa para dejar de sufrir tanto. Roberto López pudo perfectamente inaugurar el marcador en el 60′, pero Lizoain lo impidió. Y a partir de ahí se repitió el patrón de la primera parte. Cada vez llegó más y de forma más clara el Andorra. Primero reclamaron un penalti sobre Bakis en el 73′ (un empujón que probablemente no mereció ser castigado) justo antes de que Alfonso Herrero tapara un disparo peligroso de Valera. En el 78′, la más clara. Pampín estampó una maravillosa volea en el larguero.

De hecho, Pampín fue también el protagonista de la mejor acción del Mirandés. Jofre Carreras, al espacio, superó a Lizoain pero el lateral del Andorra envió a córner un balón que iba a portería con el meta superado. Y en una acción prácticamente calcada, Lizoain cometió penalti sobre Llabrés, que también le había superado tras una mala salida. Raúl García de Haro no falló. En los diez minutos restantes, para beneficio del Mirandés, no pasó prácticamente nada.