El Mallorca insiste por Larin; el Pucela resiste

Son cuantiosos los frentes que tiene abiertos el Real Valladolid en este mercado, uno de ellos, en el capítulo de posibles salidas, el de Cyle Larin. El delantero canadiense sigue siendo blanquivioleta, aunque son unos cuantos los clubes deseosos de que cambie de color, el más insistente, el Mallorca, que ha presentado varias ofertas en lo que va de verano, todas rechazadas, como reconoció este miércoles el director deportivo, Fran Sánchez en la presentación de Raúl Moro.

Primero el club bermellón ofreció alrededor de cuatro millones de euros, encontrándose con la negativa de la entidad que preside Ronaldo, pero, como informó Fabrizio Romano, recientemente la cantidad subió. La última oferta rondaba los seis más variables, algo de nuevo escaso a ojos de un Real Valladolid que solo baraja sentarse a hablar a partir de los diez, a sabiendas de que se trata de un jugador que viene de hacer ocho goles y dar tres asistencias en apenas media temporada en Zorrilla, convertiéndose en el fichaje más determinante de enero en LaLiga.

A pesar del descenso de categoría, esos números hacen que se trate, a la fuerza, de un futbolista cotizado, que pese a sus 28 años, puede protagonizar un traspaso millonario, como pretende un Real Valladolid, que ha desoído también, por el momento, el interés de más clubes, tanto de España como de otras ligas, alguno de los cuales también ha ofertado, pero -por ahora- con el mismo resultado, como desvelaba también Fran Sánchez.

Y es que, a pesar de acabar de pagar ‘solo’ un millón y medio, esa capacidad para ser decisivo le otorgan un valor al que le están dando esas entidades, una circunstancia propia, quizás, de las alturas del mercado y de la aparente menor fortaleza del cuadro pucelano. La debilidad, en cualquier caso, es solo en apariencia, por la voluntad de Larin, confirmada por el club, de que desea jugar en la máxima categoría y por dicho descenso. La premisa, pese a esto, es clara: aunque el club necesita vender para mejorar su situación económica, no habrá ‘regalos’.

Mientras su futuro se dilucida, Larin sigue de permiso; aunque tenía que haberse incorporado ya a la pretemporada con sus compañeros, debido, primero, a la necesidad de renovar su visado y, segundo, porque está en trámites de obtener la nacionalidad jamaicana, que le convertiría automáticamente en jugador comunitario, gracias a la participación de su segundo país en el Tratado de Cotonou, y podría revalorizarlo.